En una jugada política que sorprendió a los más avezados especialistas, el presidente azerbaiyano, Ilham Alíyev, firmó, el pasado 7 de diciembre, un decreto amparado por la Constitución nacional, que le permite anticipar en un año y ocho meses los comicios presidenciales previstos para octubre de 2025.
De ahí que el próximo 7 de febrero (la Carta Magna señala que siempre debe ser un miércoles) los azeríes irán a las urnas para elegir a quien dirigirá los destinos del país durante los venideros siete años.
Según varios observadores internacionales, la dirección del Gobierno aprovecha la coyuntura política favorable y el amplio apoyo popular tras la victoria militar alcanzada por Bakú, en septiembre del pasado año