“El último beso de Romeo y Julieta”. Obra de Francesco Hayez (1823).
Pocas afirmaciones pueden considerarse tan absolutas como que Romeo y Julieta son la pareja de enamorados más famosa de la literatura universal. En la contemporaneidad, sus nombres empleados como epítetos son sinónimos de amor romántico ideal y perfecto.
Su fama sobrepasa a la de su autor más conocido y ello no es poco mérito, pues William Shakespeare es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más renombrados de la literatura universal.
La historia de un amor
Aunque nos cueste separar el binomio Romeo y Julieta–Shakespeare lo cierto es que el poeta y dramaturgo inglés no es el creador ni de la historia, ni de los personajes principales. El prototipo de los amores imposibles que terminan en tragedia tiene una larga data en la historia de la literatura. En la antigua Mesopotamia ya era popular el mito del amor de Píramo y Tisbe, mencionado por los poetas romanos Higinio y posteriormente por Ovidio.
Varios autores de la antigüedad y el Medioevo hicieron referencia a la historia o encontraron inspiración en ella. En el siglo XIV, Dante en su Divina comedia reflejaría una historia similar, así como Masuccio Salernitano un siglo más tarde en su obra Il novellino. Sería Luigi da Porto quien ubicaría la trama en Verona y daría nombre a los protagonistas y a varios de los personajes secundarios en Historia novellamente ritrovata di due nobili amanti escrita en 1524.
Estos escritores italianos influirían notablemente en su coterráneo renacentista Matteo Bandello, autor de más de 200 novelas cortas publicadas en 1554 en tres libros llamados Novelle —en 1573 aparecería post mortem un cuarto libro con el mismo título—, los que lograron cierto éxito y de los que bebió directamente Shakespeare.
Las novelas de Bandello fueron traducidas al francés por Pierre Boaistuau, quien le realizó algunas adiciones. Esta versión tuvo gran difusión en Europa y sirvió de inspiración al inglés Arthur Brooke para escribir su poema The Tragicall History of Romeus and Juliet en 1562, que terminó por convertirse en la fuente más cer