Tras el triunfo de la Revolución Cubana, las fortalezas y cuarteles militares del régimen dictatorial de Fulgencio Batista se convirtieron en centros de enseñanza para los niños y los jóvenes en nuestro país. La conversión de esos cuarteles en escuelas representó el desplazamiento de la fuerza militar por la organización escolar.
La tarea de reformar esos recintos en algo útil para la sociedad implicó un gran reto educacional y político, para el naciente gobierno revolucionario. Hay que pensar la faena que significó la modificación y transformación en escuelas de esos antiguos inmuebles, que habían sido ocupados hasta ese momento para las funciones propias de establecimientos militares. El Ministerio de Educación con atención preferente se ocupó de los profundos cambios, de las ampliaciones y las innovaciones constructivas que fueron necesarias para crear las célebres Ciudades Escolares Cubanas, así como de la edificación de otros nuevos centros adecuados para estos fines.
En el país, se transformaron casi un centenar de cuarteles en escuelas. Algunas de las principales fortalezas que pasaron a ser ciudades escolares fueron: el antiguo Campamento Militar de Columbia, en Marianao, transformado en Ciudad Escolar Libertad en 1959. Y durante todo el año 1960, se inauguraron también los siguientes centros escolares: en la que fuera la 5ta. Estación de la Policía, en la calle Belascoaín de la capital, abrió sus puertas el Centro Escolar William Soler; el cuartel de La Lisa, se convirtió en la Ciudad Escolar 13 de Marzo; en el otrora cuartel Goicuría de Matanzas, se estableció el Centro Escolar Mártires del Goicuría; en el antiguo cuartel Leoncio Vidal, en Santa Clara, se creó la Ciudad Escolar Abel Santamaría; el Regimiento Agramonte, fue convertido en la Ciudad Escolar Ignacio Agramonte en Camagüey; en el Regimiento militar Calixto García de Holguín, se creó la Ciudad Escolar Oscar Lucero y donde estaba el cuartel Moncada, la segunda fortaleza militar de la tiranía, se edificó la Ciudad Escolar 26 de Julio, en Santiago de Cuba, la que fue justamente inaugurada el 28 de enero de 1960.
Cabe recordar que el 13 y el 14 de enero de 1959, la prensa publicó varias noticias en relación con esta idea del Comandante Fidel Castro −de convertir los cuarteles en ciudades escolares− la cual ya había sido esgrimida por él, en su alegato La historia me Absolverá. Desde luego, que se había convertido en una imperiosa necesidad, tener mejores locales para la enseñanza. Fidel también planteó como parte del plan de la Reforma Agraria “el más ambicioso proyecto para llevar la educación y la cultura hasta el mismo corazón de las sierras —la Maestra, la del Escambray y la de los Órganos—, es decir, trasplantar la civilización en forma de universidad rural al sitio donde residen los campesinos en edad escolar”.
En estas nuevas escuelas cubanas los niños y jóvenes debían aprender los distintos oficios y profesiones. La primera de estas innovadoras transformaciones se llevó a cabo en la finca El Caney de las Mercedes, en las entrañas de la Sierra Maestra. La noticia de la modificación se divulgó el día 2 de febrero de 1959, cuando el propio Fidel informó que el país se proponía construir una Ciudad Escolar en la Sierra Maestra, en la citada finca El Caney, de trescientas caballerías de extensión a la que concurrirían veinte mil alumnos. El 7 de diciembre de 1960, en El Caney, la dirección de la Revolución cumplió una vez más la palabra empeñada, al dejar inaugurada la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos. Esta fue una de las obras más relevantes realizadas por la Revolución en ese primer período, para los veinte mil niños campesinos que vivían dispersos por toda aquella escabrosa geografía, los cuales no fueron atendidos por ninguno de los gobiernos anteriores a 1959.
La transformación de las fortalezas militares del país en centros escolares devino en símbolo de la fuerza de la Revolución, su auténtica defensa de los verdaderos derechos humanos y su legítima vinculación con su pueblo por medio de los libros y la educación.
En homenaje al natalicio del Apóstol cubano, el 28 de enero de 1960, se real