El público esperó para ser testigo de la historia hasta las 9:54 de la noche del martes 23 de enero. Matanzas conquistó por vez primera un campeonato nacional en su estadio Victoria de Girón. La pizarra final 12-5 no es siquiera lo más importante. Son los nuevos monarcas de la Liga Élite del Béisbol Cubano y para Artemisa la medalla de plata, acompañada del Premio Al Valor.
Los celulares se prendieron para reflejar el momento y comenzó el recuento entonces. Era la selección con mejores figuras, una campaña muy estable y con un rendimiento integral en los tres aspectos de juego. No fallaron a la hora de ganar el partido bueno y aunque se llenaron de algunos fichajes internacionales, terminaron ganando con sus hombres auténticos, liderado por un Yurisbel Gracial intratable con el madero.
Hablar de héroes toca en este momento, pues en los triunfos colectivos son determinantes algunos nombres. Esta versión de los Cocodrilos es muy parecida a la que levantó la corona en el año 2020 frente a Camagüey, pero ahora estuvo salpicada de un Ariel Sánchez que finalmente arribó a sus dos mil hit en series cubanas; un Yordanis Samón que por fin lleva a sus vitrinas personales un título nacional y el refuerzo holguinero Yordan Manduley inmenso a la defensa del segundo cojín y en la caja de bateo.
Sobre el box, Yoennis Yera afianzó su credencial de primer lanzador del staff, al tiempo que Eduardo Blanco cumplió con sangre extra de capitán y Andrys Pérez volvió a enseñar sus excelentes manos a la defensa. No olvido a Erisbel Arruebaruena, maestro del campo corto y de amor a su uniforme, pues luchó varias veces contra la diabetes para salir al campo.
Tampoco es menor el aporte del jonronero