El Team Rentería EE. UU., organizador principal de la Serie Intercontinental de Béisbol que se celebraría entre el 26 de enero y el primero de febrero de 2024 en Barranquilla, Colombia, anunció la cancelación del evento deportivo en la noche del 16 de enero de 2024.
El anuncio se produjo después de que el 9 de enero de 2024 el Gobierno colombiano —por medio de su Ministerio de Deportes— emitiera un comunicado en que mostraba su inconformidad con la presencia en la Serie de un equipo organizado por la Federación Profesional de Béisbol de Cuba (FEDCUBE).
FEDCUBE apostó por constituir un equipo «nacional» con peloteros no vinculados con los organismos del Partido Comunista y que por diversas razones hubiesen sido excluidos de sus convocatorias. La creación de otro equipo nacional se ha convertido desde sus inicios en una disputa política con el régimen cubano que entiende el deporte como uno de los símbolos de su poder. Por esa razón, el equipo de la FEDCUBE ha tenido nombres ilustrativos («Patria y vida», «Dream team»).
La Administración de La Habana lleva muchos años entrenando y creando conexiones para desarrollar sus luchas políticas. Desde el anuncio de la participación de un equipo de la FEDCUBE en la Serie Intercontinental comenzó a mover su aparato mediático —y sus influencias políticas y alianzas en la región— para evitar su presencia en el evento o, en última instancia, la cancelación de este.
Pocas dudas podrían esgrimirse para desconocer la influencia de Cuba en el comunicado del Ministerio de Deportes de Colombia. El organismo anunció que la Serie no formaba parte de los eventos reconocidos por la Confederación Mundial de Béisbol y Sóftbol ni contaba con el respaldo del Comité Olímpico Internacional. Defendió, además, la posibilidad exclusiva de los equipos y deportistas avalados por el Gobierno cubano para usar los símbolos nacionales que identifican la nación cubana.
Para hacerlo, apelaron a argumentos político-jurídicos, al reconocimiento de «manera exclusiva y legítima de la Federación Cubana de Béisbol y Softbol» y a la declaración expresa de que el uso de los símbolos nacionales por parte del equipo de FEDCUBE sería interpretado «como una clara infracción a los derechos constitucionales y deportivos de la República de Cuba».
La utilización de símbolos nacionales en eventos internacionales por parte de atletas no afiliados a federaciones que sean reconocidas legalmente por diversos Estados es un tema complejo y multifacético —a pesar de las posibles incomodidades que ello pueda generar en quienes opinan que el régimen cubano ha confiscado los símbolos nacionales y limita su uso a los cubanos que considera «enemigos»—.
En muchos casos, el uso de los símbolos nacionales en eventos deportivos está asociado con la participación bajo la bandera de un país y, a menudo, se requiere que los competidores representen a una federación nacional reconocida por las autoridades deportivas de su Estado. No obstante, las reglas y regulaciones específicas del evento internacional pueden determinar quién tiene derecho a utilizar símbolos nacionales. Las organizaciones que supervisan el evento establecen las normativas (el Comité Olímpico Internacional,COI, o las federaciones deportivas internacionales).
Por ejemplo, debido a la invasión rusa a Ucrania y al apoyo de Bielorrusia durante la guerra, el COI prohibió la participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 de atletas que compitan bajo el auspicio de las federaciones nacionales de los dos países. La prohibición no alcanza a atletas individuales y neutrales originarios de esos territorios. Sin embargo, los principios que regirán la participación de los atletas les prohíben realizar actividades o comunicaciones que impliquen el uso de la bandera, el himno o cualquier otro símbolo que identifique al Estado ruso y al bielorruso o a sus federaciones nacionales.
Bajo la premisa de que son los organizadores del evento quienes establecen las reglas sobre el uso de los símbolos nacionales, es común que en algunos encuentros que no estén directamente vinculados a federaciones nacionales (competiciones individuales o eventos no federativos, como era el caso de la Serie Intercontinental de Barranquilla) exista más flexibilidad en el uso de insignias o himnos nacionales. Aun así, puede ser necesario obtener autorización y seguir determinados protocolos.
El régimen cubano ha utilizado los criterios generales manejados en el mundo del deporte para impedir, incluso en eventos privados, que deportistas que le son adversos utilicen la bandera y el himno nacional. Tal fue el caso del boxeador Robeisy Ramírez, a quien los organizadores de una pelea profesional que tuvo lugar el 25 de julio de 2023 en Japón le impidieron usar el himno y la bandera cubana durante el