Villa Clara.–Handy Ramón Dávila Pérez creció en medio del colmenar de su padre, allá en su natal Cifuentes. Cuenta su familia que, muchas veces, se enfundaba en el traje de su progenitor para ayudarlo en el proceso de extracción de la miel, porque, increíblemente, nunca le tuvo miedo a las picadas de las abejas.
«Siempre fue un niño muy vivaracho e inteligente, que buscaba solución a todos los problemas que se le presentaran en el juego y en la vida», recordó Olga, su mamá, quien no se asombra del crecimiento espiritual y en valores de su hijo, quien con 34 años ocupa la dirección de la ubpc apícola Mártires del Moncada, de Santa Clara, una de las mejores del país.
A esa responsabilidad llegó a partir de la aceptación de los socios, quienes, al escuchar la sugerencia de Carlos Ramón, su padre, antiguo trabajador del colectivo, decidieron confiar los destinos de la cooperativa a aquel joven que solo les pidió a sus integrantes confianza, y que lo dejaran trabajar.
«Era 2017, y entonces la salud económica y de recursos de la ubpc no era muy buena. Se incumplían los planes de producción y existía cierta desmotivación, a partir de los bajos resultados», rememoró Handy, quien con anterioridad había laborado como operador de grupos electrógenos; función que lo llevó a cumplir misión en Venezuela, y hasta trabajó como taxista.
El primer día que llegué al lugar donde radica la dirección de la cooperativa, le dije a mi papá: «pipo, ¿esto no será mucho para mí?», a lo cual ripostó: «guapea, que tú puedes». Así comenzó a tejerse la leyenda de este jovencito que, con sabiduría y constancia, ha revolucionado el accionar de un colectivo que hoy es de referencia nacional.
«MI FUTURO ESTÁ AQUÍ»
En tiempos convulsos, como los qu