Lizandra Góngora fue arrestada por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en Güira de Melena, Artemisa. La Fiscalía Militar del territorio mantuvo su caso en un limbo legal hasta mediados de marzo de 2022, cuando divulgó la petición inicial de 15 años de privación de libertad por los supuestos delitos de sabotaje con carácter continuado, robo con fuerza, desacato y desórdenes públicos.
Se le acusó de ser una de las responsables del ataque a la tienda en MLC (moneda libremente convertible) «La Imprenta», en Güira de Melena.
Tras ser juzgada, el Tribunal Militar Territorial Occidental la sentenció a 14 años de prisión por los delitos de sabotaje, robo con fuerza y desorden público. Una vez en la cárcel, sus cinco hijos quedaron al cuidado de Ángel Delgado, padre de cuatro de los niños.
En la prisión para mujeres El Guatao, en La Habana, la cubana realizó huelgas de hambre, estuvo varias veces en celda de castigo y dentro de su celda colocaron cámaras de video para espiarla. También firmó una carta, junto a otras nueve prisioneras políticas, para pedir al Gobierno cubano que atendiera el reclamo del Vaticano por la libertad de los presos del 11J.
El 31 de marzo de 2023 fue trasladada de El Guatao a Los Colonos, un centro penitenciario ubicado en el municipio especial Isla de la Juventud y donde se encuentra ahora más alejada de sus hijos. Para su familia las visitas se han hecho más difíciles por la distancia y los problemas de transporte, porque la única forma de acceder a la Isla de la Juventud es en barco o avión.
Ángel Delgado ha denunciado también que desde su traslado de penal existe «un abuso constante» por parte de la Seguridad del Estado contra ella debido a sus ideas políticas.
En agosto de 2023, la propia Lizandra alertó en un audio enviado por Delgado a Diario de Cuba que algunas presas condenadas por asesinato portaban armas blancas dentro de la cárcel:
«Yo he hecho varias denuncias, he conversado con los jefes de las prisiones, (…) y les he hecho saber en varias ocasiones que algunas reclusas andan con cuchillos, armas blancas en las manos, como si nada. Se lo he dicho a todo el mundo y nadie las busca [las armas], nadie las encuentra. Entonces, temo por mi vida».
Sobre el suceso, agregó que otras reclusas también habían denunciado lo que estaba sucediendo, pero los carceleros han ignorado los reclamos y acusan a Lizandra de ser la incitadora de las quejas del resto de las prisioneras.
En septiembre de 2023, Ángel Delgado informó que su pareja estaba siendo acosada y amenazada por una reclusa común que se define como «revolucionaria». «[Lizandra] me explicó [en una llamada telefónica] que hay una mujer ahí que está presa por malversación, por robo, y que está en preventiva, quiere decir que está esperando juic