Bernardo Arévalo de León fue investido como presidente de Guatemala en la madrugada de este lunes después de una jornada llena de incidentes y tras meses de incertidumbre respecto a su asunción.
Desde el Palacio Nacional, Arévalo pidió a los guatemaltecos acompañarlo en su gestión para rescatar las instituciones del país de la “corrupción” y lograr el desarrollo social en este empobrecido país centroamericano.
#EnDirecto | El presidente @BArevalodeLeon y la vicepresidenta @KarinHerreraVP participan en la juramentación del Gabinete de Gobierno. https://t.co/qHpHLDaIxS
— Gobierno Guatemala (@GuatemalaGob) January 15, 2024
El sociólogo, exdiplomático y filósofo de 65 años vaticinó que su gobierno se hallará “en la necesidad de tomar decisiones difíciles” y enfrentará “momentos de duda y temor”.
“No quiero ofrecer palabras típicas de un político, sin hacer saber que entiendo cómo nos hemos sentido y que desde ese entendimiento abordemos juntos el futuro”, dijo, y enfatizó: “no más corruptos, no más corrupción”.
En su discurso, Arévalo se comprometió con los pueblos indígenas para “no dejarlos atrás” y agregó “no más discriminación, no más racismo”.
Demoras en los procedimientos
La toma de posesión había sido programada para la tarde del domingo, pero se atrasó más de ocho horas y varios jefes de Estado dejaron el país sin poder presenciar la ceremonia.
La investidura estuvo en riesgo debido a que el Congreso saliente demoró algunos procedimientos legales de rutina.
Dicho retraso tenía como intención un “golpe de Estado”, señalaron algunos diputados de oposición, tal y como había advertido el mismo Arévalo el 1 de septiembre, cuando acusó a la fiscal y jefa del Ministerio Público (Fiscalía), Consuelo Porras, de q