Caracas, Venezuela.–Hace algún tiempo, Leonardo Enrique Pérez dejó de tomar diclofenaco potásico, «de hacer reposo tras reposo», de usar rodilleras, de sufrir los dolores intensos que no le permitían caminar ni hacer su vida de manera normal.
Ponerse «en manos de los amigos cubanos», en el CDI Amelia Blanco, ha sido, dice, una decisión acertada que lo ha ayudado a mejorar la artrosis que padece en ambas rodillas.
El tratamiento indicado por los galenos de la Isla fue la ozonoterapia. «Es una de las grandes maravillas de la ciencia y del humanismo de Cuba pues, para efectos de la comercialización de la salud, este método tiene un costo de entre 35 y 40 dólares cada consulta. Y ya yo voy por 16 consultas, todas de manera gratuita.
«Siento una mejoría increíble –manifestó–. Es una terapia excelente que recomiendo a todos. Los médicos realizan un trabajo completo, sistemático, con mucho profesionalismo y dedicación».
Al cierre de 2023, la Misión Médica de la Mayor de las Antillas contaba con 118 consultas distribuidas en los 24 estados de Venezuela, y se habían realizado unos 300 000 tratamientos.
El doctor Hansel Frómeta Hernández, a cargo el Programa Nacional de Ozonoterapia, explicó que, para mantener ese proyecto, se lleva a cabo un entrenamiento básico. En la última graduación del Diplomado Nacional de Ozonoterapia fueron avalados unos 174 especialistas, de ellos 60 médicos y 114 licenciados.
En Cuba, la ozonoterapia está reconocida como una de las modalidades de la Medicina Natural y Tradicional, y se emplea desde la década de los años 70 del siglo pasado. De ahí que los espec