A los 96 años de edad, el maestro Roberto Sánchez Ferrer (La Habana, 1927) continúa siendo una figura destacada en el ámbito musical cubano, especialmente en el mundo sinfónico de la Isla, a pesar de estar ya jubilado. Su valía, humildad y modestia acaba de ser reconocida por el Instituto Cubano de la Música (ICM), que a nombre de un prestigioso jurado presidido por el tresero Pancho Amat, e integrado además por Guido López Gavilán, Beatriz Márquez, Élsida González y Guille Vilar, le otorgó –este viernes– el Premio Nacional de Música 2023.
En amena conversación telefónica, Ferrer confesó su alegría por recibir tan alto reconocimiento, al que ya había estado nominado en varias ocasiones. «Claro que estoy feliz –dijo–, y lo agradezco mucho». A la pregunta de si valió la pena esperar, su respuesta fue rápida y sincera. «Esa es una pregunta difícil de contestar cuando sabes que, como yo, hay otros músicos que poseen muchos méritos en este país de grandes exponentes de