Fotos: Alexis del Toro
Salvaguardar las conquistas y preservar la seguridad nacional ha sido la misión fundamental de Inmigración y Extranjería, órgano que surgió al calor de las exigencias más apremiantes de la recién triunfada Revolución cubana, a la que, en lo adelante, sirvió como fiel soldado de la Patria.
Su historia se remonta al 9 de enero de 1959. Justo un día después de la entrada victoriosa de la Caravana de la Libertad a la capital habanera, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz organizó rápidamente la protección de los aeropuertos, con el fin de impedir la salida de quienes debían responder ante la justicia, por sus crímenes y asesinatos. Desde entonces la fecha trascendió como el día de la creación del órgano de Inmigración y Extranjería, que tres años después formaría parte del Ministerio del Interior.
Sesenta y cinco años han transcurrido. La firmeza, compromiso y convicciones de quienes formaron parte de ese origen siguen vigente en las nuevas generaciones, que hoy lucen el uniforme verde de tonos claroscuros, con el orgullo de ser herederos de esos necesarios valores.
Entre las unidades que componen el órgano de Inmigración en Holguín están la Frontera, ubicada en el aeropuerto internacional Frank País García, y Control migratorio y de estancia, radicada en el edificio de la calle Fomento, esquina Peralejo. Ambas cumplen la gran tarea de garantizar el cumplimiento de la política migratoria, la ciudadanía e identidad de las personas y hacer frente a las ilegalidades y delito asociados a su actividad.
“Compartimos el edificio con los compañeros de la oficina de Trámites, nuestros vecinos más cercanos. En este escenario atendemos cualquier inquietud que tenga la ciudadanía extranjera y los cubanos residentes en el exterior que entran y salen del territorio nacional por diferentes vías, diplomáticos, estudiantes, y las diferentes categorías migratorias que existen, todas de nuestra competencia”, asegura el mayor Jorge Luis Peña, primer instructor de trabajo político.
“Generalmente, como es trabajo con documentos, velamos no solo por que no ocurran eventos extraordinarios en el país, sino también por que el visitante mantenga una estancia tranquila y que sus vacaciones o el trabajo que vaya a desarrollar en el territorio transcurra de la mejor manera, por eso desde que permitimos su paso por frontera debemos mantener un control de su estancia”, agrega.
A lo largo de estos años, mucho se han transformado las leyes migratorias, regulaciones, normativas…tanto en Cuba como en el mundo, por lo que al decir del mayor Peña, las fuerzas de Inmigración y Extranjería tienen que estar debidamente preparadas tanto técnica como políticamente.
“Tenemos programas de preparación que están establecidos y diseñados de estricto cumplimiento, algunos intencionados para la superación de los jóvenes, cantera de oficiales que puedan ocupar otros cargos de mayor envergadura dentro de las filas. Diariamente el personal se actualiza sobre el acontecer nacional, internacional y en materia de delitos en la documentación”, apuntó.
En la Frontera
Mayor Yuneisi García.
“Somos la primera y última imagen que ven los pasajeros al llegar e irse del país, pues tenemos fuerzas incluso en el control de las aeronaves y en todos los salones, además de los inspectores en cab