Tras un año marcado por el colapso sanitario en las instalaciones médicas y múltiples denuncias de muertes de recién nacidos en los hospitales de la isla, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) informó este miércoles que la tasa de mortalidad infantil en el país disminuyó de 7.5 por cada mil nacidos vivos en 2022 a 7.1 en 2023.
La cifra fue revelada por Catherine Chibás Pérez, jefa nacional del Programa Materno Infantil (PAMI). La doctora aseguró que entre enero y diciembre pasado murieron 74 niños menos que en igual período del año anterior.
“Hoy son seis las provincias con números inferiores a la media del país. Los mejores indicadores corresponden a Pinar del Río con 3,1; Artemisa con 3,9; Holguín con 4,7; Sancti Spíritus con 4,8; Villa Clara con 5,7; y Matanzas con 6,9”, aseguró.
Los peores resultados, según el informe, corresponden a las provincias de Mayabeque, 9,1 por mil nacidos vivos (12,2 en 2022); Guantánamo, 9,0 (9,7 en 2022), Santiago de Cuba, con 8,0 (9,9 en 2022), y La Habana, con una tasa de mortalidad infantil de 7,9 (9,5 en 2022).
Entre las causas fundamentales de muerte citadas en la nota se encuentran las afecciones perinatales, relacionadas con el bajo peso al nacer, la prematuridad y el retardo del crecimiento intrauterino, además de las malformaciones congénitas y la sepsis adquirida.
La jefa del PAMI reconoció que las cifras no están aún “en correspondencia con la tendencia a la disminución que mostraba la nación antes de los años de la pandemia”, cuando la tasa de mortalidad infantil ronda