La economía cubana concluyó el año 2023 con una contracción del 2 % del producto interno bruto (PIB), opuesto al 3% de crecimiento que se había pronosticado a principios de año. Se suma además que la inflación en el mercado formal se ubicó al cierre del año cerca del 30 %, aunque se sabe que la informal es superior y el déficit alcanzó el 15 % del PIB.
Esta semana, durante una reunión del Consejo de Ministros, presidida por el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz abordaron la “implementación de las proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en el próximo año”.
“Tenemos que buscar que el tránsito del 2023 al 2024 sea un tránsito de esperanza, sea un tránsito de realizaciones, sea un tránsito de consolidación de procesos que se iniciaron o que se profundizaron en el 2023; y el año 2024, necesariamente, tiene que ser un año en el que tiene que existir un impacto de mejora en la población”, dijo Díaz-Canel.
Sin embargo, economistas y expertos, entrevistados por Martí Noticias creen que el 2024 no traerá la anhelada prosperidad para los cubanos.
El economista cubano Elías Amor Bravo señaló que no hay un solo indicador económico en números positivos y eso es responsabilidad de quienes dirigen el país: “En la economía cubana ha habido un pequeño repunte del turismo, eso es verdad, con respecto al año anterior que fue un año muy malo, los niveles siguen estando por debajo de los que había en el año 2019, cosa que no ocurre en otros resorts del Caribe como por ejemplo en la República Dominicana. Pero todas las producciones más importantes de la economía, el tabaco, que también se destina a la exportación, el carbón vegetal, que se ha convertido en uno de los rubros más importantes del comercio exterior, el azúcar está muerto, el transporte de mercancías está hundido, el transporte de pasajeros está hundido, los datos relativos al c