El Primer Ministro llamó a aprovechar las áreas para la producción de alimentos y a transformar la imagen de la empresa. Foto: Estudios Revolución.
El proceso inversionista para la modernización de la Empresa Siderúrgica José Martí no se detiene en medio de la difícil situación que estamos viviendo. La noticia de que en enero próximo comienza a producir palanquillas para el mercado interno y la exportación es la mayor certeza de cuánto se hace allí.
Según explicó el ingeniero metalúrgico Reinier Guillén Otero, director general de la conocida Antillana de Acero, ello tiene lugar tras un complejo proceso de montaje tecnológico y puesta en marcha de la Acería Eléctrica, la cual tiene proyectada unas 62 000 toneladas de palanquilla para el próximo año.
Ello, detalló, es posible porque tenemos hoy un nivel de chatarra, el equipamiento en óptimas condiciones y también tenemos un nivel de materia prima que aseguran el proceso productivo», apuntó el Director al referirse al llamado corazón de la empresa, que inicia luego de las pruebas en caliente que comenzaron en abril último.
Como parte de la segunda etapa del proyecto para el renacer de la empresa —que permitirá aumentar capacidades y modernizar las operaciones—, también se labora en objetos de obras relacionados con el montaje tecnológico del equipamiento y otros sistemas que aseguren el funcionamiento del Laminador 250, con capacidad para fabricar 226 000 toneladas de barras de acero.
De estos avances en la insigne fábrica del municipio capitalino del Cotorro conoció el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, al recorrer una de las gigantescas naves, junto a Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana; Yanet Hernández Pérez, gobernadora de la capital, y Eloy Álvarez Martínez, titular de Industrias.
Durante el intercambio con las autoridades y trabajadores de la empresa, el Jefe de Gobierno se interesó por el completamiento de la plantilla de la fábrica, en particular de aquellas especialidades decisivas para la producción, la fluctuación de la fuerza de trabajo y la incorporación de jóvenes recién graduados de carreras afines.
“Hay que pensar cómo enamorar a esos jóvenes profesionales que llegan aquí”, señaló Marrero Cruz, quien añadió que “nosotros tenemos que llenar ese espacio y ese