Las motos eléctricas han despegado con fuerza en los últimos años en Cuba. Pueden verse en todas partes y hasta sustituyen al típico descapotable que constituyó parte del cortejo nupcial en algunas bodas, según fuera captado por fotógrafos de varias generaciones.
Una crónica de Reuters recuerda que aunque las bodas sobre ruedas no son nada nuevo a lo largo del malecón de La Habana, hubo una esta semana que llamó la atención.
La novia, Daniley Aguiar, de 21 años, comentó que tanto ella como su pareja eran fanáticos de estas motos, por lo que la singular procesión era “algo que siempre quise hacer”.
Sin embargo, el cortejo formado por motocicletas eléctricas es también una señal de los tiempos que corren.
Reinier López, el novio de 27 años, subrayó que organizar una boda con un presupuesto limitado no fue fácil dados los desafíos diarios de la escasez, la inflación y el deterioro de los servicios.
Ingenio criollo
El uso de estos vehículos en cualquier circunstancia de la vida es también la muestra del ingenio para superar la crisis económica.
La circunstancia prácticamente ha paralizado el transporte público, ha disparado los precios de los taxis y ha provocado largas colas para comprar gasolina.
Alfredo Rodríguez, de 50 años y miembro de la Asociación de Motos Eléctricas BigCub