LA HABANA, Cuba. — Hoy, 27 de diciembre, Joan Manuel Serrat cumple 80 años. Y como es mi cantautor preferido de siempre, en reñida competencia con Bob Dylan, lo que es mucho decir, quisiera expresarle todos mis mejores deseos y mi agradecimiento, no solo por sus canciones, que son una parte imprescindible de la banda sonora de mi vida y la de millares de mis compatriotas, sino también por haber rectificado su posición de apoyo al régimen castrista.
Siempre me causó bastante reconcomio que un tipo libertario y rebelde como Serrat, que se erguía contra la dictadura franquista, se mostrara solidario con el régimen de Fidel Castro, al que, cuando lo precisaban en entrevistas, evitaba calificar como una dictadura.
A todos los cubanos que sentíamos como si hubiesen sido hechas para nosotros canciones como Cantares, Pueblo blanco y Para la libertad, se nos atragantaba, no podíamos concebir, su identificación con la dictadura que nos oprimía, habiendo sido víctima él de una dictadura, no importa si de signo contrario.
Serrat, cuando vino a Cuba por primera vez en 1973, quedó deslumbrado por la revolución de Fidel Castro. Pero, finalmente, se desencantó y le retiró su apoyo. A raíz de la ola represiva de la primavera de 2003, Serrat declaró a la prensa: “La libertad y la justicia andan de la mano o no andan… No estoy en absoluto de acuerdo con ningún régimen que a quien opina de forma distinta al oficialismo lo condena a la cárcel”. Y respecto al fusilamiento de los tres jóvenes que intentaron secuestrar una embarcación en la bahía de La Habana para irse a la Florida, dijo: “Estoy absolutamente en contra de la pena de muerte y mi postura es absolutamente de repudio”.
Cuando en el año 2021 Serrat realizó su gira de despedida, en la que se presentó en algunos de los paí