AREQUIPA, Perú. – En 1946, Winston Churchill, ex primer ministro británico, visitó a Cuba por segunda ocasión y recibió un trato distinguido mientras se hospedaba en el “Apartamento de la República” del Hotel Nacional.
A su llegada, Churchill, quien era conocido por su imagen de anciano bonachón y fumador de tabaco, saludó a la multitud en el aeropuerto de Rancho Boyeros con el gesto de la victoria.
Durante su estadía en la Isla, generó desafíos para el protocolo cubano por su desenfado hacia agendas y formalidades. Churchill tenía un horario irregular, se levantaba temprano y tomaba decisiones repentinas, como ordenar su partida en un día lluvioso. Disfrutaba de su tiempo libre jugando a las cartas y no tenía restricciones en comer, beber y fumar.
No obstante, su primera visita a la Isla se insertó en un escenario diferente. Fue en 1895, cuando era un joven oficial y buscaba experimentar la guerra por sí mismo durante el conflicto entre