En las décadas de los 60 y los 70, en EE. UU., los servicios especiales libraron una gran batalla contra todo aquel que disintiera del status quo. Ser considerado un offsider podía tener graves consecuencias.
La lista de activistas, músicos, managers y promotores muertos en circunstancias extrañas, es enorme. Jimi Hendrix falleció por una sobredosis de drogas cuando ya no era un drogadicto; John Lennon, Michael Jeffrey, Donald Rex Jackson, Elvis Presley, Buddy Holly, Otis Redding, Janis Joplin, Jim Morrison, Mama Cass, Keith Moon, John Bonham, Bob Marley y Sal Mineo conforman un índice de más de 50 artistas muertos en situaciones dudosas.
Alex Constantine, en el libro Covert War on Rock, plantea que «los sectores de la inteligencia respondieron a los movimientos antibelicistas y por los derechos civiles, llevando a cabo un programa de asesinatos encubiertos».
Se infiltraron elementos provocadores en las principales organizaciones proderechos civiles de las mi