Desde hace tres décadas la historia del cine cubano cuenta en su catálogo con un filme que rompió los moldes y esquemas de su época: «Fresa y Chocolate».
Con júbilo se celebra su existencia y aunque parece que el tiempo, el implacable, no ha hecho de las suyas, 30 años nos separan de una película a la que siempre es necesario volver si de comprensión y tolerancia se trata.
Desde el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano (FINCL), que desarrolla su edición 44, se rinde tributo a la obra, a sus artistas, a su genuino artífice, Tomás Gutiérrez Alea ‘Titón’ (1928-1996) y a su codirector, Juan Carlos Tabío (1943-2021)
Vladimir Cruz, quien interpretó el personaje de David, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que por la repercusión que tuvo y aún conserva el filme, ha marcado su carrera como actor.
Fue mi primera película y la que me abrió las puertas en mi propio país y en el mundo, y resultó la oportunidad de conocer otra cinematografía y de devolverle al cine nacional lo aprendido en otras latitudes, expresó.
Se trató de una experiencia definitoria y de mucho orgullo porque ha sido una obra útil en nuestra sociedad para mucha gente, añadió.
Para Cruz lo esencial es que el mensaje de «Fresa y Cho