VidriosLisa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
El soplador de vidrio saca una porción del vidrio caliente y fundido del horno. Utilizando una caña de acero hueca y resistente al calor, el obrero— por qué no artista—crea una conexión con el vidrio fundido, permitiendo que este se adhiera a la caña y pueda ser manipulado.
Sabe que en el acto de soplar el material, que en ese instante es color fuego, está contenido un antiguo y hermoso arte que ha sido transmitido de generación en generación. Necesita habilidad y paciencia para transformar la materia caliente y maleable en piezas útiles, hermosas, que adornan los hogares y enriquecen la cotidianidad.
Una vez que el vidrio está adherido a la caña, comienza a darle forma. Mediante movimientos precisos y controlados, el soplador utiliza herramientas como moldes, pinzas y algunos sus propias manos para moldear el vidrio caliente en la forma deseada. Esta etapa requiere destreza y experiencia, porque el tiempo en el que el material permitirá ser transformado es corto, antes de perder su estado maleable.
Son pocos los segundos que transcurren desde que se sopla aire a través de la caña, inflando el vidrio y dándole volumen, y el nacimiento, a través de esta técnica, de formas huecas como vasos, copas y recipientes diversos. Nada se deja al azar, el soplador controla cuidadosamente la cantidad de aire que deja pasar a través de la caña, ajustando la presión para lograr la forma y el grosor deseados.
Vidrios Lisa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Luego el objeto se coloca cuidadosamente en un área de enfriamiento controlado para que se endurezca y se solidifique. El resultado final es una hermosa pieza de vidrio soplado, única y hecha a mano. Podría decirse que, incluso, si se trata de piezas reiteradas en un mismo molde, cada una tiene su propia personalidad y características distintivas, reflejando el talento y la creatividad del artista que trasforme el vidrio.
Ese testimonio de la habilidad humana y la belleza que están detrás del soplado, y de crear todo tipo de formas a partir del vidrio fundido, es parte de la cotidianidad de la Empresa del Vidrio de La Lisa (Vidrios Lisa), ubicada en el municipio habanero de igual nombre.
Fundada en 1968, Vidrios Lisa es una entidad perteneciente al grupo empresarial de la Industria Química del Ministerio de Industrias. Desde sus inicios, se destacó por su dedicación y pasión en la producción de productos de vidrio de alta calidad. Siendo la única fábrica de su tipo en el país, ha mantenido por más de cinco décadas una sólida reputación en el mercado, defendiendo la técnica del soplado e incorporando otras.
VidriosLisa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Sus principales líneas de producción abarcan técnicas c