Los presos políticos cubanos siguen sometidos a maltratos y condiciones de vida extremas en las cárceles de la isla, denunciaron a Martí Noticias las víctimas, sus familiares y activistas de derechos humanos.
Virgilio Mantilla Arango, Líder de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos, recluido en el penal de Kilo 7, en la capital agramontina, donde cumple tres años y tres meses de condena por el presunto delito de daños a la propiedad, está en precarias condiciones de salud y sin medicamentos, entre otros problemas, denunció el preso político en comunicación telefónica desde el penal con el activista Jiordan Marrero Huerta.
“Aquí estamos en una total carencia de medicamentos para los dolores, para la digestión, antibióticos; yo los necesito también por las dolencias que tengo de las hernias discales, la artrosis, la separación de las vértebras, los mareos que me da la cervical”, dijo Mantilla Arango.
Recientemente, él opositor fue sacado del destacamento y llevado ante oficiales del Ministerio del Interior (MININT), quienes le impusieron una carta de advertencia, además de ser amenazado con ser llevado a celda de castigo, sí continuaba denunciando las precarias condiciones y las violaciones que allí ocurren.
Mantilla Arango, quien ya ha cumplido tres condenas por razones políticas, todas, asegura, encubiertas con delitos comunes y en turbios procesos judiciales, también continúa reclamando asistencia médica especializada por las dolencias que sufre a causa de hernias discales.
Además, el opositor también ha llamado la atención sobre la manipulación de los presos comunes de alta peligrosidad por parte de la guarnición, quienes los estimulan para que tengan problemas con presos políticos y de