Foto: Perfil de Facebook Hospital Lenin
Privar a personas, comunidades, a un país de sus derechos a la salud, educación, alimentación, el desarrollo cultural, a poseer viviendas dignas… es condenarlo a carencias vitales e incluso, arrebatarle el derecho a la vida.
Así ocurre con el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a Cuba, violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos del pueblo, y que en los últimos años se recrudeció con la aplicación de más de 240 medidas coercitivas y la fraudulenta inclusión de la Isla en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
En las siguientes líneas, se expone el impacto de esta política en diversos sectores de nuestra provincia.
Salud
Foto: Perfil de Faceook Hospital Lenin
El bienestar y la vida no tienen precio, de ahí que es incalculable el impacto del bloqueo al pueblo de Cuba, donde uno de los sectores más afectados es la Salud Pública, la cual se distingue por su cobertura universal, con la atención primaria, secundaria y terciaria, sin distinción de color de la piel, credo, ubicación geográfica, situación económica, social o política.
En Holguín, aunque se mantienen los servicios médicos, se han visto disminuidas determinadas atenciones, por la imposibilidad de adquirir recursos indispensables para el funcionamiento estable de centros hospitalarios, policlínicos, clínicas estomatológicas y lucha antivectorial.
Para enumerar hay muchos casos; sin embargo, resulta indispensable comenzar por el déficit de suturas absorbibles y no absorbibles, insumos y material gastable, que comprometen la actividad quirúrgica y ha incrementado la lista de espera, tanto de adultos como de niños. Históricamente, la provincia sobrepasaba las 85 mil operaciones al año, al cierre de octubre, acumulaba unas 65 mil 500, de ellas más de 36 mil mares, a pesar de la problemática afrontada.
Foto: Ricardo Gual
El doctor Miguel Colas Logui, director de Asistencia Médica en la Dirección Provincial de Salud (DPS) de Holguín, explicó que “al no poder adquirir calibradores y controles para la cuantificación de ciclosporina y Tacrolimus para pacientes trasplantados de riñón, así como custodiol, suturas especializadas e instrumental quirúrgico, ha conllevado a la paralización de la actividad de trasplante de órganos por segundo año consecutivo en la provincia”.
A ello se suma la imposibilidad de conseguir piezas y accesorios para equipos médicos de alta tecnología, hoy paralizados, así como equipamiento de cirugías videoendoscópicas, que implican un menor gasto de recursos y mejor recuperación del paciente.
Uno de los programas más afectados es el de Oncología, cuyos pacientes afrontan, entre otras carencias, la de citostáticos. En muchas ocasiones, es imposible efectuar las combinaciones previstas en los tratamientos, por lo cual se ve afectada su calidad de vida; sin contar las cirugías que deben posponerse, por el déficit de materiales necesarios en una unidad quirúrgica.
Foto: Perfil de Facebook de la Dra Yanet Pupo.
De igual manera, la imposibilidad de obtener un cistoscopio infantil conlleva a ejecutar otros tipos de estudios y los casos más complejos, que se pudieran resolver en el hospital pediátrico, deben trasladarse a más de 700 kilómetros para ser atendidos en La Habana.
Asimismo, se carece de marcapasos, catéteres para el manejo de la insuficiencia renal y la hemodiálisis; material de osteosíntesis y prótesis totales de cadera y rodillas, lentes intraoculares para su implante, bolsas para donaciones de sangre y transfusiones, materias primas para los medicamentos de producción nacional y los importados, esfigmomanómetros en los consultorios y la red de consultas de policlínicos y hospitales, neumáticos, baterías y piezas de repuesto para el transporte sanitario.
Aun en estas condiciones, es meritorio resaltar los esfuerzos y creatividad de los profesionales, técnicos, personal de enfermería y trabajadores en general del sector, por mantener notables indicadores de salud, como el de la mortalidad infantil en menores