DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos.- No repitamos los errores del pasado, cuando la explotación sistemática de los países en desarrollo los ha llevado a quedar solo como productores de materias primas y a ser las principales víctimas del cambio climático, en especial los países más vulnerables, por lo que carecen de los recursos suficientes para mitigar y adaptarse a estos procesos.
Así se expresó el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, en la Cumbre de los Líderes del Grupo de los 77 y China (G-77), que sesionó en el contexto de la 28va Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-28).
Más de 130 jefes de Estado y Gobierno asistieron al encuentro anual de la COP, que esta vez reunió a más de 40 000 personas de unas 200 naciones, la mayoria de ellas del Tercer Mundo.
La reunión convocada por Cuba para que los líderes del G-77 y China dialogaron entre sí sobre la crisis climática mundial, puede considerarse como una idea brillante, pues es este el más numeroso grupo negociador en el tema del cambio climático, se dijo en el encuentro.
La perseverencia, activismo, energía, sabiduría, sentido común de los líderes del G-77 y China y sus negociadores, lograron que, por primera vez en los 28 años de historia de estas Conferencia de las Partes, se obtuviera, en el primer día de sesión de la misma, la entrada en funcionamiento del Fondo Climático de daños y pérdidas para países vulnerables, dirigido a resarcir perjuicios provocados por tormentas y sequías causadas por fenómenos provocados por la propia humanidad, mayormente por los estilos de vida y hábitos de consumo en los llamados países desarrollados.
La prontitud en la toma de esta decisión tuvo como transfondo la diligencia del presidente de la COP-28,