Los números y los análisis vuelven a confirmarlo: Estamos cerrando el año y no se cumplirán las proyecciones del plan de vivienda de acuerdo con lo planificado. Al cierre de octubre solo se culminaron alrededor de 13 300 inmuebles en el país, para un 54 % del plan anual. La falta de cemento y acero siguen siendo el gran talón de Aquiles, pero también los métodos y formas de trabajo.
Por eso fueron tan profundos los análisis e indicaciones dadas en la más reciente reunión del miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz, con los gobernadores y el intendente de la Isla de la Juventud, donde se reiteró que este es uno de los programas priorizados del país por su alcance para el beneficio de la población y lo que aporta al desarrollo social.
El chequeo del programa de la vivienda no es nuevo, pero cada vez se hace más urgente su materialización, pues como se decía en el encuentro —realizado por videoconferencia desde el Palacio de la Revolución— todavía puede hacerse un esfuerzo adicional para avanzar en su cumplimiento.
En ese sentido, el Jefe de Gobierno subrayó la urgencia de reorientar los sistemas de trabajo con un enfoque basado en la exigencia y el control para conseguir mejores resultados. «Tenemos que empezar un sistema diferente e impulsar esto como un movimiento imprescindible, social, revolucionario, para poder dar una respuesta a la población».
Además, insistió en asuntos relacionados con los precios de las viviendas, el papel de las empresas constructoras, las tipologías de los hogares, en que todos los organismos construyan viviendas, en cómo las familias se involucran en la edificación de sus hogares, así como en la producción local de materiales de la construcción, con énfasis en la fabricación de elementos de cerámica roja cocida, como se explicó en la reunión.
Sobre este particular, Dilaila Díaz Fernández, directora general de materiales del Ministerio de la Construcción, refirió que para lograr los niveles productivos de este producto que asegura el déficit declarado en el Programa de la Vivienda se necesita producir 83 millones de ladrillos al año. «En 2022 se lograron 39 millones (47 % de la necesidad) y fue la mejor producción en cuanto a la cantidad de ladrillos en los 12 años de constituido el programa de producción local de materiales».
En lo que va de 2023 se han entregado 4 millones de ladrillos más que en igual período del año anterior, sin embargo, solo se alcanza el 52 % de la necesidad. En tal sentido, Díaz Fernández aseguró que se impone acelerar el incremento de las capacidades de producción. Hay, dijo, que construir hornos, hornos eficientes, moldes, extrusoras, mezcladoras y, todo esto, se tiene que realizar con los recursos locales. «Hay que diseñar y construir con soluciones en cerámica roja».
Por su parte, René Mesa Villafaña, ministro de la Construcción, expuso que desde el organismo se ha reiterado la importancia de la producción local, que es el corazón del programa de la vivienda. «En cada provincia hemos insistido en cómo desarrollar esa producción local y cómo vamos a multiplicar el cemento que se entrega, aunque con la arci