Un informe reciente de la organización sin fines de lucro Archivo Cuba coloca de nuevo sobre la mesa el espinoso tema de las víctimas mortales dentro del Servicio Militar Activo (SMA) en Cuba. El documento recopila datos de fallecimientos y desapariciones de adolescentes y jóvenes cubanos, varios de ellos menores de edad.
Ante la ausencia de cifras oficiales, Archivo Cuba, a través de su proyecto Verdad y Memoria, ha podido documentar desde 1959 hasta el 15 de septiembre de 2023 un total de 54 casos, reunidos mayormente con informes recientes de prensa y a través del grupo de Facebook «No más muertes en el servicio militar en Cuba». Del total, se reporta una desaparición forzada, dos fusilamientos, 13 ejecuciones extrajudiciales, 14 suicidios, dos muertes por negligencia médica, 19 por negligencia criminal o accidente y dos por otras causas. Cuatro de los casos documentados eran de menores de edad.
La ONG —dedicada a la promoción de los derechos humanos mediante investigaciones e información documentada— detalla en el estudio que Cuba forma parte de los 25 países que obligan al servicio militar y, junto con Corea del Norte, es de los dos únicos que exigen servir a menores de 18 años. Los ciudadanos residentes del sexo masculino entre 17 y 28 años deben incorporarse al servicio militar activo y formar parte de la reserva hasta los 45 años.
La organización alerta que los jóvenes que ingresan al SMA con problemas mentales los ven agravarse y muchos que no los tenían los desarrollan, pero son habitualmente ignorados:
«Los reclutas que sufren crisis nerviosas son por lo general solo tranquilizados con medicamentos y acostados. Muchos se autolesionan o mutilan buscando una baja, se hacen heridas, se stragan objetos punzantes, e disparan en pies o manos, se cortan con machetazos en tobillos o rodillas y se fracturan los huesos».
El informe refiere que en 2019 el Tribunal Supremo Popular hizo una publicación extraordinaria de la Gaceta Oficial anunciando que, ante el incremento de «autolesiones» por soldados, se comenzaría a sancionar a los reclutas que apelaran a dicha práctica. Aunque supone que la tasa de suicidio en el SMA «debe ser muy elevada», destaca que los datos no son reportados oficialmente, por lo que se desconocen las cifras. No obstante, el suicidio constituye la tercera causa de muerte para el sector que comprende la edad militar en Cuba.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó en 2021 que alrededor del 70 % de los suicidios en Cuba son de hombres; y que la tasa de suicidio de hombres jóvenes es muy superior a la de mujeres. Cuba reporta índices superiores al promedio de la región América Latina y el Caribe y según la OPS. La isla tuvo una de las más altas de la región en cuatro períodos sucesivos de cuatro años: 21.57 en 1990-1994, 18.97 en 1995-1999, 14.55 en 2000-2004 y 12.31 en 2005-2009.
Intervenciones cubanas en las guerras de Angola (1976-1991) y Ucrania (2023)
Las incursiones militares en guerras extranjeras han traído consigo la muerte de varios jóvenes cubanos. Intervienen en conflictos que no les pertenecen por presiones políticas, mediante engaños o por necesidades económicas.
El informe de Archivo Cuba subraya las recientes evidencias sobre la contratación de cubanos como mercenarios por parte del ejército ruso en la ocupación de Ucrania, bajo la promesa de recibir alrededor de 26 000 de dólares al año y la posibilidad de obtener residencia con sus familias en Rusia acompañada de beneficios que no existen en Cuba.
La organización recuerda también un funesto antecedente de esta guerra, la de Angola. La incursión militar, según cifras oficiales, involucró a 377 033 militares cubanos y 50 000 cooperantes civiles. «Lo que es menos conocido es que la llamada “Operación Carlota” fue un gran negocio para el Estado cubano, principalmente a costa de los miles de jóvenes cubanos obligados al servicio militar. Se informa que Angola pagaba a Cuba 1 000 dólares mensuales por soldado y alrededor de 2 000 dólares mensuales por cada oficial según su rango. Se estima que Cuba recibió entre 300 y 600 millones de dólares anuales por estos pagos, lo que equivaldría a entre 4.8 y 9.6 mil millones de dólares en 16 años de contienda», apunta el estudio de Archivo Cuba.
El informe denuncia que a la gran mayoría de los soldados se les pagaban ínfimas sumas mensuales, 7 pesos cubanos a los soldados rasos (0.71 dólares) y 1.43 dólares a los sargentos, o sea, entre 8.5 y 17 dólares al año. También agrega que el Gobierno cubano trasladaba a las tropas y a los enfermos y heridos en buques mercantes con pésimas condiciones, escondidos en las bodegas, ya que se violaban reglas internacionales. «Los viajes duraban hasta 21 días. Incluso los soldados enviados de vuelta a Cuba enfermos de paludismo tenían que terminar el servicio en la isla».
Según la investigación, los caídos se enterraban donde mismo morían o en una sección del cementerio en Luanda o al final de una pista de aterrizaje del aeropuerto, directamente en la tierra, sin ceremonia y prácticamente sin ropa. Al final del conflicto se trasladaron los restos a la isla en la llamada «Operación Tributo» y el 6 de diciembre de 1989 se realizaron entierros en los 169 municipios de Cuba.
«El Gobierno cubano no ha pub
