Imagen: tomada de Facebook.
27 / noviembre / 2023
El 27 de noviembre de 2020 un grupo de jóvenes artistas e intelectuales fueron secundados por decenas de ciudadanos en una protesta cívica frente al Ministerio de Cultura en Cuba. El motivo del acto era manifestarse en solidaridad con los miembros del Movimiento San Isidro, quienes habían sido objeto de un desalojo policial cuando se encontraban en una huelga de hambre en la residencia del artista visual Luis Manuel Otero Alcántara, situada en La Habana Vieja.
El suceso —denominado en la historia reciente de la nación 27N— ha tenido importantes ganancias para el movimiento cívico insular. El presente texto se enfoca en determinar los aportes y las complejidades que tuvo el hecho, así como en evaluar su incidencia en los sucesos políticos posteriores.
La segunda quincena de noviembre de 2020 estuvo atravesada por distintas muestras de solidaridad de diversos grupos de la sociedad civil cubana, que tanto en la isla como en la diáspora se expresaron mediante cartas públicas que comunicaban la preocupación por la situación generada en torno a los huelguistas. Después del allanamiento de la casa situada en la calle Damas, la indignación existente en las redes se trasladó al espacio público. Pero el proceso previo al plantón ubica el primer elemento que impulsó la generación cívica y la construcción de redes de articulaciones gremiales en el campo intelectual y artístico cubano en particular entre los jóvenes.
El tejido tenía varios aspectos comunes: los efectos de la censura estatal sobre su quehacer creativo o investigativo, la procedencia de los implicados de las academias oficiales (en particular de la Universidad de La Habana y la Universidad de las Artes), la hiperconectividad digital generacional, la migración laboral a formas de empleo no sujetas al control estatal, la poca credibilidad en el discurso y el metarrelato del régimen político cubano. A los elementos anteriores se suma el hartazgo —presente en la mayoría de los participantes— de un grupo etario comprendido entre los 20 y los 40 años. También se debe precisar el amplio descontento que existía en ese segmento de la ciudadanía con respecto a la situación de crisis que vivía el país, agudizada con la pandemia de COVID-19.
Pero más allá del modo en que ocurrieron los hechos (tema para otro artículo), el 27N destaca por ser