Mientras Biden se reunía el miércoles a puertas cerradas con el gobierno de Tel Aviv, en Washington un grupo de ciudadanos israelí-americanos ocupaba un espacio en el Capitolio.
En sus dos ediciones, la nacional y la local, el New York Times publicó un manifiesto de la organización Voz Judía por la Paz (JVP, por sus siglas en inglés), en el que se proclamó que “los judíos dicen alto al fuego”, porque “toda vida es preciosa” y “no más guerra para nadie”.
“Todos nosotros, que esta semana lloramos por los seres queridos, sean israelíes o palestinos, sabemos que no hay una solución militar. El único futuro es la paz y seguridad para todos, basado en la libertad, la justicia y la igualdad”, dice el manifiesto.
Y prosigue: “la mitad de la población de Gaza son niños. No tienen hacia donde escapar. El Gobierno israelí los ha atrapado en Gaza y cortado [el abastecimiento] de agua, comida y electricidad. Les hace pasar hambre mientras bombardea sus barrios uno a uno”, por lo cual demanda a la administración Biden que facilite un alto al fuego y deje de enviar armas a los militares israelíes. “Miles de vidas dependen de eso”.
Mientras tanto, al menos 300 personas fueron arrestadas en la manifestación en el Capitolio pidiendo un alto al fuego en Gaza y condenando a Israel por un “potencial genocidio” del territorio. Oficialmente, según la policía de Washington DC y del Capitolio, los organizadores no disponían del permiso necesario.
La manifestación fue organizada por Voz Judía por la Paz y por IfNotNow, dos grupos judíos que han criticado a Israel y lo han acusado de genocidio y de otras violaciones de derechos humanos desde que Hamas atacó a Israel el 7 de octubre. Según los organizadores atrajo a un total de 10 000 personas dentro y fuera del Capitolio.
“Cerramos el Congreso para llamar la atención masiva sobre la complicidad de Estados Unidos en la actual opresión de los palestinos por parte de Israel”, escribió JVP en su cuenta de X, antes twitte