LA HABANA, Cuba. – Será difícil encontrar buenas noticias para los sindicalistas de la Industria Alimentaria y la Pesca, los que celebrarán su Segunda Conferencia Nacional durante el venidero mes de noviembre, según anunció el periódico Trabajadores.
Tendrán que lidiar con el escabroso tema de los trabajadores “interruptos” y disponibles que presenta el sector ―más de 2.000 “interruptos” cada mes―, que son la consecuencia de los bajos niveles de actividad en sus empresas y entidades, debido en lo fundamental a la falta de materias primas para acometer los procesos productivos.
Además, los asistentes a la cita de este gremio oficialista deberán discutir acerca de cómo disminuir las cuentas por pagar y cobrar, que alimentan la gran cadena de impagos que hoy obstaculizan el desenvolvimiento de la economía cubana.
Esta cadena de impagos se agrega a las deficiencias que exhiben muchas de las entidades de este sector alimentario, y que hace que varias de ellas presenten pérdidas financieras, con el consiguiente perjuicio para los ingresos de sus trabajadores, los que solo están cobrando sus salarios escalas, sin posibilidad de acceder a utilidades y otros estímulos.
Pero por supuesto que ahí no quedan las malas nuevas que deberán afrontar los sindicalistas de la Alimentación y la Pesca. Es muy probable que los participantes en su Segunda Conferencia Nacional deseen saber cómo se han comportado los distintos renglones productivos del sector tras las