El grupo de la sociedad civil cubana, Frente Democrático de Concertación (D Frente), pidió al Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que interceda por la académica cubana Alina Bárbara López Hernández, a punto de ser juzgada por desobediencia.
La cubana fue interlocutora del jefe de la diplomacia europea en la visita oficial que el funcionario español hiciera a la isla en mayo de este año.
La historiadora ha revelado en sus redes sociales que el 25 de mayo se reunió con Borrell y le mencionó “la importancia de que la Unión Europea intente mediar para lograr la liberación de los presos políticos”.
“Pero aclaré que esa no es la solución al enorme conflicto existente entre un estado opresor y una ciudadanía indefensa. Estas fueron mis palabras: ‘el sistema político cubano es una fábrica en potencia de nuevos presos políticos’. Espero que si voy a prisión recuerde lo que allí dije”, escribió en Facebook el 13 de junio.
Es por ello, que esta semana D Frente ha pedido la gestión de Borrell para que un representante o embajador de la Unión Europea esté en la vista oral, programada para el 16 de noviembre a las 9 y 30 de la mañana, en el Tribunal Municipal de Matanzas.
La organización asegura que si, en su encuentro con el jefe de la diplomacia europea, la historiadora hubiese intentado “edulcorar la realidad cubana, omitir matices o guardar silencio (…) seguramente no tendría hoy tan graves problemas, pero usted se hubiera llevado una idea distorsionada de lo que sucede en Cuba”.
El opositor cubano Manuel Cuesta Morúa dijo a Martí Noticias que “Borrell tiene de primera mano no solo la percepción, la visión que ella puede haberle dado, también la visión y la percepción sobre la persona de qué se trata. Siempre el trato personal, el contacto personal, es insustituible para calibrar quiénes son las personas, quiénes son los actores, quiénes son los individuos y queremos aprovecha