La Habana, 2 jul (ACN) Con profundo dolor se informó hace unas horas a nuestro pueblo sobre el fallecimiento —este 1ro. de julio— del miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, hombre de elevado compromiso y fidelidad a la Revolución cubana.
Al momento de su muerte, como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio, tenía 62 años y se desempeñaba como Presidente Ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Asesor del Presidente de la República de Cuba.
Luis Alberto nació el 19 de enero de 1960, en la ciudad de Santa Clara, actual provincia de Villa Clara. Ocupó diversas responsabilidades en la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media y en la Unión de Jóvenes Comunistas, organización donde comenzó a militar a la edad de 14 años.
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Sus excelentes resultados académicos en la enseñanza preuniversitaria le permitieron obtener una beca para estudiar la Licenciatura en Relaciones Económicas Internacionales, en el Instituto Estatal de Relaciones Exteriores de Moscú, en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. En 1983 culminó con Título de Oro sus estudios superiores en esa institución. Una vez graduado prestó servicio social en la Dirección de Organismos Internacionales del Ministerio del Comercio Exterior hasta enero de 1985, cuando fue trasladado a la Secretaría del Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias para atender la Dirección de Colaboración Económica del propio organismo.
Siento profundo dolor al expresar mis condolencias y las del pueblo de #Cuba a la familia y amigos de Luis Alberto Rodríguez Lopez-Calleja. Se nos ha ido un revolucionario, un hombre que sirvió a la Patria y a la Revolución en todas sus trincheras. pic.twitter.com/PXV4SZlGcy
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) July 1, 2022
En el año 1987 integró las filas del Partido Comunista de Cuba y en 1990, como oficial de la Contrainteligencia Militar, cumplió misión internacionalista en la República Popular de Angola, hasta 1991, participando en diversas acciones combativas.
Por su capacidad para tomar decisiones y asumir retos, Rodríguez López-Calleja fue promovido a Jefe de Sección y de Departamento en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Unido a esa última responsabilidad, al crearse en 1996 el Grupo de Administración Empresarial (GAE), que se encargaría de administrar y supervisar entidades de las Fuerzas Armadas que operaban en divisas, fue designado para participar en su organización y luego asumió como Presidente Ejecutivo.
Integró la Comisión Política Económica desde su constitución, en agosto del año 2006, y en el 2011 encabezó la Comisión Gubernamental para la atención a la Zona Especial de Desarrollo del Mariel. En octubre de ese último año fue nombrado, además, Presidente del Instituto Cubano para la Coordinación de la Colaboración y las Inversiones con la República de Angola.
Durante el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en el año 2011, resultó electo miembro de su Comité Central, condición que fue ratificada en el VII y VIII congresos de esa Organización. En este último, realizado en el abril de 2021, fue promovido al Buró Político.
En su extensa hoja de servicios atesoraba también el ser Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, desde octubre de 2021.
Por su fructífera vida profesional como oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias fue ascendiendo en grado militar hasta General de División, el que ostentaba al momento de su fallecimiento.
Sus aportes a la defensa de la Patria y al desarrollo de la economía nacional, unido a su actitud en el cumplimiento de cada una de las misiones asignadas a lo largo de su ejemplar vida, lo hicieron merecedor de diversas condecoraciones y reconocimientos otorgados por el Consejo de Estado de la República de Cuba. Entre ellos se destacan las medallas Ignacio Agramonte de primera, segunda y tercera clases; y la de Combatiente Internacionalista de primera clase.
Luis Alberto se distinguió siempre por su visión estratégica y sentido del deber ante cada una de las tareas asumidas. Nos deja como legado un modelo de sistema empresarial que sirve de ejemplo al país por haber demostrado su eficiencia; nos deja también su consagración, responsabilidad y probada lealtad al Partido, al Comandante en Jefe y al General de Ejército, a quien además de su jefe consideraba un padre.