Con sus 99 años de vida y su trascendente obra literaria, Fina García Marruz murió dejando un profundo sentimiento de pérdida en sus compatriotas, incluso para aquellos que la conocen poco o en parte. Y no se trata sólo de los grandes premios que mereció, a pesar de su declarado pudor para recibirlos. La poderosa voz de una de las más importantes poetas de Iberoamérica y una de las más consagradas estudiosas de la vida y obra de José Martí, la convirtió a lo largo de los años en un referente para todos los cubanos, fuera y dentro de Cuba.
Por eso sorprendió tanto leer en las redes de los youtuber del odio, que celebraban su muerte. Y que era “Una menos”, reacción particular del aspirante a alcalde de la Florida.
“Es tan ofensivo que resulta irrepetible” comentó Bárbara Betancourt, horrorizada, además, con los seguidores de Alexander Otaola: horrible mezcla de ignorantes con odiadores que preguntaban “quién es la señora esa”, para enseguida pasar a la celebración de la muerte. Deciden que si vivió toda su vida en Cuba, “seguro era comunista y merece morir”.
El otro que soltó su odio fue Eliécer Ávila. Este otro odiador de escasas luces, presume de haberla conocido, para hablar de una supuesta ruptura de la poetisa con la Revolución. Lo comentó el analista Reinier Duardo, respondiendo a sus especulaciones con la entrevista que le hizo Rosa Miriam Elizalde en 2007, cuando Fina ganó el premio de Poesía Pablo Neruda (link).
Leer esa entrevista y el post de su hijo, José María Vitier, son el mejor mentís al odiador Ávila.
El segmento de este jueves se acercó también al espinoso tema del tráfico de personas, que en las últimas horas ha desembocado en pérdidas de vidas y violencia con empleo de armas largas en aguas cubanas. La versión de los odiadores ya citados pretende que detrás está la mano del gobierno cubano, en un intento por desviar la atención de lo que ya es voz populli en Miami: el vínculo de Lincoln Díaz Balart con el lucrativo y criminal negocio.
Con las clásicas distorsiones y manipulaciones de la guerra mediática, los enfoques de estos personajes sobre un fenómeno tan grave como el tráfico de personas, soslayan interesadamente a los verdaderos responsables de esos hechos, estimulados por la Ley de Ajuste y las onerosas imposiciones sobre las familias cubanas interesadas en emigrar y que ahora son obligadas a realizar los trámites en Guyana y otros países.
Las lanchas desde las cuales dispararon contra los guardafronteras, sirven para enmascarar también tráfico de armas y de drogas como se verificó en una que fue incautada en Cuba.
Es más que conocido quienes están detrás del negocio. Y ahora usando armas están dando una señal más alarmante aún: según ha denunciado hace unas horas el canal del Guerrero Cubano, en la Florida se preparan teams de infiltración para Cuba.
Se trataría de otra práctica para amedrentar, que usa de carne de cañón a delincuentes sin empleo en Estados Unidos, que son los tripulantes de las lanchas desde las cuales se disparó con armas largas, ocasionando heridas a un combatiente cubano.
Es este el tipo de actividades que en su momento develaron e informaron a Cuba los Cinco héroes infiltrados en las organizaciones terroristas del sur de la Florida, en los años 90, un modus operandi que no ha cesado.
A propósito de los Cinco, el programa terminó con fragmentos de unas palabras de Gerardo Hernández Nordelo en reunión de los CDR, dónde convocó a formar activistas de redes sociales para enfrentar fake news y para informar al pueblo desde esas organizaciones del barrio, que nacieron para enfrentar las agresiones a la Revolución, agresiones que actualmente se verifican, no sólo en el mundo real. También y más incluso, en el mundo digital.
Con el tema continuamos el martes próximo.