Exigidos por la famosa frase de no hay mañana, así llegó el lunes Granma al sexto encuentro de la gran final de beisbol frente a Matanzas. Si perdía, cedía su trono. Para colmo, caía en el tercer inning por 1-0, cuando llegó ¿un aguacero salvador?, para que ayer tuviera decisión el crucial choque. En la reanudación estaba en turno, con un hombre en segunda, Osvaldo Abreu, el que más jits tiene en postemporada, a cuatro del récord del avileño Yoelvis Fis (30), y no falló: otro metrallazo impulsó el empate.
Ahí apareció en escena el héroe del partido, quien llevó hasta la última instancia –hoy a las dos de la tarde– la porfía por el título cubano de beisbol. El zurdo Yunier Castillo lanzó como un consagrado, cual si hubiera nacido en un play off. Él silenció a sus adversarios, quienes le pegaron tres imparables, se poncharon dos veces y solo dos llegaron por boletos. Tanto dominio con su recta, ayer entre 88 y 89 millas –le camina más–, y un envio que se le abría a los derechos, fueron sus armas.
Tras ponerle firma al empate de la finalísima, Castillo se despidió de la campaña, pero deja un excepcional aval en estos juegos de play off: dos victorias, con dos limpias en 21 entradas, lo cual le tributó una excelente efectividad de 0,87; retiró por la vía de los strikes a nueve, transfirió a cinco, y en 66 veces al bate toleró ocho incogibles, por lo que sus oponentes le promediaron un anémico 121 de average.
Por Matanzas, en arriesgada decisión, continuó el también zurdo Dariel Góngora, quien le dio paso a otro de esa mano, Naykel Cruz. Si bien el rescatista no gozó de control, liquidó cada entrada, y en cuatro y dos tercio cumplió. Él y Castillo mantuvieron el desafío en un ambiente de extrema densidad, lleno de tensiones y de movimiento tácticos por Granma, que dejó a 13 en las almohadillas. Y como pasa en cotejos así, los pequeños detalles hacen explotar el marcador, como el boleto de Cruz al noveno bateador, David Tamayo, que trajo la decisiva. La tercera, por el error de Jefferson Delgado, que lo agarró todo en la esquina caliente, aunque obligaba al batazo, ya no contaba, era mucho el peso de Castillo sobre los bates yumurinos.
En el juego, Granma implantó el récord de cinco sacrificios en una final. Concuerdo con Carlos Martí, el mentor de ese conjunto, pues no se trata de un abuso de esa jugada, sino de las demandas del choque, ya no tenemos ni a Kindelán ni a Despaigne ni a Muñoz para empujar. Pero ojo, ninguno de los que tocó falló. Sí, pudo parecer asiático, pero perseveró y la carrera de la tranquilidad, más allá de la pifia, vino después de la última de esas jugadas.
El quinto y el sexto juego son de los mejores de toda la campaña. En mi opinión, los más cercanos a la grandeza del beisbol. Ojalá el séptimo, que será el octavo de las 32 finales jugadas hasta hoy, tenga esa calidad y sea igual de emocionante. Según Benigno Daquinta, series con esa cantidad de choques llegan, con esta, a 29 en las diferentes fases de las postemporadas.
Por el título, Granma ganó el último match, de siete, frente a Las Tunas, en 2018, en la 57 Serie Nacional, y ante Matanzas tiene una experiencia igual, pero en semifinales, cuando la venció en la versión 56. Y otro dato interesante: solo dos veces el equipo que ha llegado debajo 3-2 ha ganado 4-3, en la contienda 1998-1999 Santiago se lo hizo a Industriales, y estos, en 2010, derrotaron en el sexto y en el séptimo a Villa Clara.
Hoy es la última llamada para el campeón de la campaña, pero nos quedamos con la entrega de estos peloteros que, algunos lesionados, como Carlos Benítez, Erisbel Arruebarruena, Yadir Mujica, Yulián Milán o Francisco Venecia, no ha pedido tregua, sino combate para entregarse a sus aficionados.
ANOTACIÓN POR ENTRADAS
Mártires de Barbados |
C |
H |
E |
|
MTZ |
010 000 000 |
1 |
7 |
1 |
GRA |
001 100 01x |
3 |
7 |
1 |
G: Yunier Castillo (8-7). P: Dariel Góngora (10-8) |