Bayamo, 29 jun (ACN) El secreto de los Alazanes de Granma es la unidad, afirmó categóricamente hoy el exitoso mentor Carlos Martí Santos, luego de que sus pupilos ganaran en esta ciudad la corona de la LXI Serie Nacional de Béisbol (SNB), reteniendo así el título de campeones de la pelota cubana.
Disciplina y atletas con deseos de representar a su provincia fueron también claves de éxito durante la campaña, y en la gran final frente a los Cocodrilos de Matanzas, comentó a la prensa sobre la grama del estadio Mártires de Barbados, que lució cual verdadero volcán humano, ya en erupción tras el doble-play sobre conexión de Erisbel Arruebarrena, en la última oportunidad del conjunto rival.
Usted dijo que era posible, cuando muchos lo veíamos muy, muy difícil, inquirió el periodista Osviel Castro, mientras ese Martí flemático, sencillo y de rostro casi siempre inescrutable reiteró: “es la unidad, es la unidad”, ponderando la pasión y entrega de los peloteros por encima de magias o secretos.
Perdimos varios jugadores por contratos en el extranjero y otras razones, dijo, pero los que estaban en la reserva subieron y demostraron que podían jugar, entre ellos los jardineros Darián Palma Fonseca, Francisco Venecia Suárez.
Subrayó que los centrales de la alineación regular, como el capitán Carlos Benítez Pérez y el receptor Iván Prieto González, merecen un monumento; y enalteció igualmente el desempeño al bate de Guillermo Avilés Difurnó y Yulián Milán Santos.
Se luchó y se luchó, y logramos el objetivo. Respeto mucho al equipo de Matanzas y ganar el sexto juego no dada seguridad para llevarnos el título, por cuanto sabíamos que este séptimo juego iba a ser difícil, entre otras cosas, porque el zurdo Yamichel (Pérez Hernández) nos ha picheado muy bien a nosotros.
Fue así que el marcador estuvo muy cerrado hasta lograr despejarnos a cuatro carreras por cero, cuando ya para ellos se hacía muy difícil la remontada, teniendo en cuenta la excelente forma en que salió el veterano lanzador alazán Leandro Martínez Figueredo.
Martí Santos remarcó que la afición de Granma -la cual incluye cientos de seguidores más allá de las fronteras provinciales e incluso fuera de Cuba- merecía el triunfo por su apoyo en todo momento, desde los inicios de la SNB.
El equipo fue resintiéndose por las ausencias, pero el pueblo nos acompañó hasta el final, ponderó.
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Ahora millones de cosas pasan por la mente y el corazón del experimentado timonel de los tetracampeones nacionales, pero en todo pensamiento está presente su querida madre, para quien, sin dudas, como ya declaró, va especialmente dedicado el nuevo triunfo.