El cáncer es una de los padecimientos más catastróficos a los que alguien puede enfrentarse. Según cifras oficiales, el 30 % de las muertes por cáncer se producen a causa del tabaco, el 90 % de las personas con cáncer de pulmón son fumadoras, el 40 % de los fallecimientos por dolencias oncológicas están relacionados con el sobrepeso y la alimentación, entre el 50 % y el 70 % de los tumores en la piel están asociados al sol y el 3,5 % de las muertes por cáncer son atribuibles al alcohol.
La medicina moderna ha tenido grandes avances en el terreno de la oncología, reduciendo cada año que pasa los números de fallecimientos generados por esta enfermedad aunque, a pesar de estos avances, para cada cual es importante empezar a trabajar en la prevención contra esta enfermedad desde lo antes posible. Esto se puede lograr a base de observar una serie de buenos hábitos en el día a día.
LOS MEJORES HÁBITOS PREVENTIVOS
No se debe fumar, pues esta adicción, además de provocar una gran cantidad de afecciones respiratorias, se encuentra vinculada con varios tipos de cáncer. Un adicto al tabaco puede llegar a padecer, además de cáncer de pulmón, el de garganta, de laringe, de boca e, incluso, de páncreas. El tabaco es maléfico y muy perjudicial en todas sus presentaciones y quien es un consumidor del mismo está obligado desde ya a empezar a acabar con esta mala costumbre, y se sentirá mucho mejor físicamente cuando se haya liberado de tan siniestra adicción.
Se debe ser muy cuidadoso con la alimentación, pues mantener una dieta saludable permite tener una mejor salud, un sistema inmunológico más fuerte y disminuir al máximo las probabilidades de padecer de un cáncer. Se debe basar la dieta en frutas, vegetales y otros alimentos de origen vegetal, como granos integrales y frijoles, así como eliminar de estos todos aquellos alimentos que cuenten con grasas saturadas. Evitar los dulces y eliminar el consumo de alcohol.
De acuerdo con un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi 750 000, el 4 por ciento, de los diagnósticos de cáncer en el mundo en el año 2020 se imputan al consumo de bebidas alcohólicas. Aunque la mayoría de los casos se vinculó al consumo excesivo de alcohol, el consumo leve y moderado constituían más de 100 000 de esos casos.
Se debe tratar de mantenerse en el peso ideal. Esto se podrá lograr evitando alimentos ricos en calorías y comiendo bastante más ligero. Existen gran cantidad de platos sabrosos, como los de la cocina vegetariana, y que no engordan.
Es necesario practicar ejercicios todos los días según edad y estado de salud.
Se debe intentar mantener la actividad física saliendo a caminar a diario, montando bicicleta o practicando un poco de gimnasia en casa. La actividad física ayuda a disminuir las posibilidades de sufrir cáncer de colon o de mama y también son útiles para tener una mente mucho más despierta y sentirse mejor con uno mismo. Muchas veces incluir pequeñas costumbres, como subir o bajar escaleras prescindiendo de los elevadores o utilizar menos la moto o el automóvil, es suficiente para mantenerse activo. Se debe intentar asistir al trabajo caminando y así ya se estará haciendo buen ejercicio sin darse cuenta de ello.
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los que más se pueden prevenir al protegerse del sol. Se puede intentar evitar el sol del mediodía, mantenerse alejado del sol entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., que es cuando los rayos del sol son más fuertes, quedarse en la sombra tanto como sea posible cuando se esté al aire libre; los espejuelos calobares y un sombrero de ala ancha también ayudan, cubrirse las áreas expuestas usando ropa holgada y de tejidos cerrados que cubra la mayor parte posible de la piel y optando por colores brillantes u oscuros, que reflejan más la radiación ultravioleta que los colores pasteles o el algodón blanqueado.
Otra manera eficaz en la prevención del cáncer es evitar los comportamientos de riesgo que pueden conducir a infecciones que, a su vez, podrían aumentar el riesgo de cáncer. Por ejemplo, se debe mantener relaciones sexuales seguras limitando el número de parejas sexuales y usar un condón cuando se tenga relaciones sexuales poco confiables. Mientras más parejas sexuales se tengan en la vida de manera desprotegida es más probable contraer una infección de transmisión sexual, como el VIH o el VPH. Las personas que tienen VIH o SIDA tienen un mayor riesgo de contraer cáncer de ano, hígado y pulmón. El VPH o virus del papiloma humano se relaciona con mayor frecuencia con el cáncer de cuello uterino, pero también podría aumentar el riesgo de contraer cáncer de ano, pene, garganta, vulva y vagina.
En los países con adicciones a drogas no se deben compartir agujas con otras personas que también utilizan estupefacientes intravenosos, pues por esta vía se puede contagiar el VIH, así como la hepatitis B y la hepatitis C, que pueden aumentar el riesgo de contraer cáncer de hígado.
Por último, se debe visitar al médico con la frecuencia requerida. Aunque una persona aparentemente se encuentre bien, un chequeo anual permitirá conocer mejor su estado de salud y saber de primera mano si está incubando algún tipo de problema. Se debe acudir a las revisiones, como la de cáncer de próstata o de mama, pues un cáncer tratado a tiempo es un cáncer que en la mayor cantidad de los casos es posible curar. Como en la gran mayoría de las enfermedades, poder abordar estos problemas a tiempo permitirá ahorrarnos una gran cantidad de complicaciones y de sufrimientos.
