Vergüenza roja empata el play off

Hasta este momento, el cuarto juego, el de ayer, ha sido –a nuestro juicio– el mejor de los celebrados entre los equipos que disputan el título de la 61 Serie Nacional. Lo fue porque la decisión pasó por las claves de cada uno de los dos conjuntos y porque el que estaba debajo, Matanzas, supo responder a la exigencia.

Los yumurinos sabían que el choque era crucial, pues un revés los obligaría a ganar los tres posibles partidos que le quedarían a la serie. Granma perseguía ese objetivo, toda vez que se pondría en situación muy cómoda de cara a retener su diadema. En medio de esas tensiones hubo un arrojo de vergüenza roja sobre la grama del Victoria de Girón.

Otra vez Yamichel Pérez cumplió el difícil encargo de no estresar a un bullpen, de menos rango que el de su rival. El zurdo se mantuvo durante siete entradas y un tercio, con tres ponches y la misma cantidad de boletos y limpias permitidas, espaciando nueve imparables. Esa labor lo pone como uno de los ejes centrales de los Cocodrilos, pues ha sido el responsable de las dos victorias de su equipo en este play off, gracias a que ha sabido llevar el juego hasta la zona de los relevistas.

Erisbel Arruebarruena ratificó que hoy, en nuestro beisbol, no existe un pelotero de su talla, al poner delante a su equipo tempranamente con su quinto jonrón en la postemporada, además de pegar un tubey y empujar dos anotaciones y registro otras tantas. El Grillo, como lo llama la afición, tiene en esta fase 18 inatrapables y 11 son extrabases (seis biangulares y cinco cuadrangulares), además de ser, ahora, el colíder en remolcadas, junto con el receptor de los Alazanes, Iván Prieto. Y un muchacho, Yosniel Camejo, a quien le han pedido defender la inmensa pradera central, sustituyendo a Eduardo Blanco, se apareció en el octavo con enorme batazo sobre las cercas del jardín izquierdo, para decidir el importante triunfo, con dos impulsadas.

Granma salió con su acostumbrado juego, con César García aceptando nueve jits en seis y dos tercios; no dejó que se despegara el rival, y cada vez que el Cocodrilo mordió, la caballería pateó. Su problema no fue la ofensiva, sino su eficacia que, al decir de su propio director, Carlos Martí, tuvo algunos problemas. En otras palabras, dieron 11 indiscutibles, se embasaron otros tres por boletos y un par más por errores, 16 en total, y anotaron tres veces. Un equipo que depende de su efectividad productiva si no concreta, le es muy difícil vencer.

Martí no achacó el revés a un desánimo de los granmenses que no viajarán a Holanda, con la camiseta del campeón nacional de la campaña pasada. «Eso puede influir, todo atleta quiere representar a su país, y más con el nombre de su equipo provincial, pero es un evento internacional, y la comisión nacional contó con nosotros para una lista de jugadores de refuerzos; por lo tanto, irán 16 peloteros nuestros y ocho de otros elencos. Pero insisto, el pitcheo matancero y las fallas de nuestro bateo fueron las principales causas del revés. Sí, Leandro Martínez será el abridor de mañana».

Exigido por usar nuevamente a Lázaro Cedeño por Yulián Milán, otra vez sin resultados, fue tácito. «Buscaba una conexión que nos diera la victoria, es mi responsabilidad». Sin embargo, a diferencia del segundo duelo, esta vez, en nuestra opinión, es correcto el cambio: ahora no había dobleplay (tenía dos outs) e iba tras la victoria, en aquel momento era por el empate».

Armando Ferrer fue juzgado por no traer el relevo abriendo entrada, y respondió con toda la lógica del mundo. Su abridor no tenía exceso de trabajo y es el mejor que le ha lanzado a la caballería. Sobre la pobre ofensiva del equipo, dijo que lo nota ansioso: «en este juego nos sacaron dos innings con menos de seis envios. «Pero seguiremos en la pelea».

Este resultado nos deja la primera conclusión del play off por el trofeo: gane quien gane, lo sabremos en Bayamo.

ANOTACIÓN POR ENTRADAS