Aunque un puente es una vía de tránsito constante, donde el ir y venir puede ser cosa común, en cuestiones de solidaridad entre los pueblos cada viaje es algo excepcional.
Así, en otro de sus regresos permanentes, el proyecto de solidaridad con Cuba Puentes de Amor volvió ayer a la Isla, de la mano de su coordinador, Carlos Lazo, acompañado por un grupo de 40 estudiantes estadounidenses.
Trajeron consigo una carga de 5 000 libras de leche en polvo que será distribuida en hospitales pediátricos cubanos.
Lazo declaró en una entrevista que los jóvenes, algunos en compañía de sus padres, están entusiasmados por tenderle una mano al pueblo de Cuba.
Recientemente, según Prensa Latina, el proyecto Puentes de Amor había enviado a la Mayor de las Antillas un donativo de 15 000 libras de leche en polvo para la alimentación infantil; un gesto que tuvieron antes, en 2021, cuando acopiaron 18 000 libras distribuidas en círculos infantiles y hogares de ancianos de las provincias orientales de Holguín, Granma y Guantánamo.