LA HABANA, Cuba. – “Esperamos poder tener la semana próxima buenas noticias”, dijo el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, al finalizar sus visitas a las plantas de electricidad paralizadas, del 17 al 19 de junio.
Mientras se construían hoteles de lujo, en las décadas del 70 y el 80 del pasado siglo, ya algunas centrales termoeléctricas requerían mantenimiento desde hacía 10 años. El petróleo cubano utilizado es altamente corrosivo por lo que disminuye la vida útil de las plantas. Hoy se achaca su utilización al embargo de Estados Unidos, a los altos precios internacionales y la carencia de liquidez.
En 2022, Cuba llegará a 84 906 habitaciones hoteleras, 5,7% más que en 2021. Entre enero y mayo de 2022 han arribado 564 847 visitantes a la Isla y el Gobierno aspira a alcanzar 2,5 millones antes de que acabe al año, una cifra muy por debajo de los 4,5 millones de visitantes recibidos en 2019. La competencia con República Dominicana y el resto del Caribe para atraer el turismo en recuperación mundial es muy difícil.
Desde mediados de mayo colapsaron las termoeléctricas. Los cubanos alternan los apagones de hasta 12 horas diarias con las colas para comprar alimentos en las tiendas estatales, procurar hortalizas, viandas y otros productos esenciales a precios de inflación gracias a la Tarea Ordenamiento. El disgusto, la incredulidad y las ansias de emigrar abarcan todas las capas sociales.
La ausencia de prioridades y proporcionalidad en las inversiones se agravó por el descenso del suministro de crudo venezolano. Desde mediados de 2019 se recortaron sus asignaciones, lo que afecta a todos los sectores de la economía y las importaciones de insumos básicos para realizar producciones.
Las autoridades habían puesto todos los huevos en la canasta del volátil turismo, sin rendir cuentas a la Asamblea Nacional ni a la población. La catástrofe llegó con la pandemia de COVID-19, por el cierre total de las fronteras mundiales. Sin embargo, la caída del turismo pudo haber tenido muchas causas, como grandes inclemencias de la naturaleza en los países emisores o los frecuentes huracanes en la Isla. Así que la venta de los hoteles irrentables podría ocurrir en un futuro, teniendo en cuenta el pragmatismo de los gobernantes cubanos y sus vaivenes.
Este año, en Cuba la tormenta perfecta aconteció con la rotura simultánea y las paradas por mantenimiento de las mayores termoeléctricas. Ante la crisis energética, Díaz-Canel realizó una comparecencia especial en la televisión el pasado 16 de junio. Los apagones no son incómodos ni inoportunos, sino desesperantes. La mayoría de los cubanos estaba saliendo de los traumas ocasionados por dos años de encierro en difíciles condiciones. Ahora más que nunca, ante el próximo aniversario de las protestas espontáneas del 11 y 12 de julio de 2021, el Gobierno procura restituir la electricidad en las zonas residenciales
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