La primera vez que alguien empleó el término desnazificación aún no había terminado la II Guerra Mundial. Se conocían las atrocidades que el Tercer Reich de Adolf Hitler estaba cometiendo, llevando a la población y otros agente sociales, económicos o judiciales, al control y lavado de cerebro.
Los Aliados plantearon la necesidad de desnazificar el país al término del conflicto; y como resultado, la depuración de las instituciones y entidades, desde los medios de comunicación hasta los estratos políticos, los que fueron obligados a ver en directo las consecuencias de los campos de concentración o a participar en programas de reeducación.
Desde el 24 de febrero del 2022, día del despliegue bélico entre Rusia y Ucrania, se vuelve a escuchar la expresión. Los funcionarios rusos constantemente afirman que su ejército está desnazificando al país, lo que en sus propias palabras significa que Rusia planea liberar a Ucrania de los neonazis, sus partidarios y su ideología. pero… ¿por qué Moscú quiere desnazificar a Ucrania?
En una entrevista al diario británico BBC, sobre la situación en Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov precisó que el objetivo de la operación militar de Moscú consiste en «la protección de los rusos en Donbass, que fueron traicionados tanto por los franceses como por los alemanes».
«Los británicos también estaban en primera fila. Todos sus colegas occidentales decían que no podían obligar a Kiev a cumplir con los acuerdos de Minsk», prosiguió, explicando que desde el 2014, Rusia intenta que Donetsk y Lugansk firmen tales acuerdos que «garantizaban la integridad territorial y soberanía de Ucrania».
Lavrov, según RT, aseguró que Moscú inició su operativo cuando «no le quedó otra manera para explicarle a Occidente que se estaba dedicando a actividades criminales, arrastrando a Ucrania a la OTAN, mimando, patrocinando y alimentando de todas las formas posibles al régimen neonazi, cuyo presidente, Vladímir Zelenski, anunció en septiembre de 2021 […] que si alguien se sentía ruso en Ucrania, que se fuera a Rusia». «Lo dijo públicamente», continuó.
Igualmente, recordó la entrevista de un corresponsal de CNN al presidente de Ucrania, donde el periodista le decía que el regimiento Azov estaba incluido en algunos países occidentales, como en EE. UU. y en Japón, en la lista de organizaciones terroristas extremistas. Como respuesta, Zelenski se encogió de hombros y dijo que tenían muchos batallones y regimientos, «ellos son como son», declaró al medio.
Por otro lado, Lavrov denunció los ataques perpetrados por el régimen de Kiev con las armas proporcionadas por Occidente, «igual que lo hicieron en 2014, cuando los golpistas llegaron al poder, bombardearon el centro de Lugansk desde aviones, y 50 personas fueron quemadas en Odesa», expresó
Hizo hincapié en que las autoridades ucranianas «bombardean a su propia población», mientras Occidente «le vende el armamento para que lo continúe haciendo».
«Si ustedes no querían garantizar los derechos de los rusos en Donbass mediante el cumplimiento de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de Kiev, nosotros mismos garantizaremos los derechos de los rusos. Nosotros lo hacemos», aseveró.
Concluyó con la firme idea de que «Rusia no es ni buena ni adorable. Ella es tal y como es. No nos avergonzamos de mostrarnos tal como somos».
Las Fuerzas Armadas rusas no buscan ocupar a Ucrania; sin embargo, dentro de sus objetivos se encuentra la neutralización de su potencial militar; la desmilitarización y desnazificación del país.