El II Congreso Internacional Ciencia y Educación se ratificó como un espacio vital para el intercambio y la socialización de resultados científicos y buenas prácticas en el quehacer de investigadores, docentes, directivos, maestrantes y doctorandos en formación, a partir del movimiento generado desde cada municipio y provincia del país, en respuesta a los apremiantes problemas a los que se enfrentan los sistemas educativos en pos de una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos.
Así lo destacó, este viernes, la doctora en Ciencias Liset Valdés Abreu, presidenta del Comité Científico del Congreso y directora de Formación y Colaboración del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, al dar lectura a la relatoría del cónclave que sesionó en La Habana del 13 al 17 de junio, bajo el lema «Investigar e Innovar agenda 2030».
Resumió la directiva que el Congreso contó con la asistencia de 1 611 participantes de 19 países de diferentes regiones del mundo, en la modalidad virtual con sesiones presenciales, en tanto que las actividades del programa científico se organizaron en torno al papel de la investigación educativa en los diferentes contextos para la atención a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la lucha por la paz y la ciudadanía mundial y la máxima eficiencia en los procesos de integración de los agentes educativos.
Al cierre de este Congreso –afirmó– ratificamos el papel de la ciencia en la elevación de la calidad de la educación, considerando la inclusión y la equidad como piedra angular para la transformación de la sociedad y la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Durante el acto de clausura, presidido por la doctora Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación de Cuba, el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios entregó el Premio Mundial de la Ciencia, en la categoría Cátedra Investigativa de Excelencia, al Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, galardón que fue recibido por su directora general, la doctora en Ciencias Silvia Navarro Quintero.
Por su parte, el doctorando Joaquín Cabunda Domingo, docente de la República Popular de Angola, al leer la declaración final, aseveró que «los maestros, profesores, investigadores y doctorandos reunidos en el II Congreso Internacional Ciencia y Educación apostamos por nuevos paradigmas que garanticen el enfrentamiento a desastres, pandemias y a socializar las mejores experiencias para contribuir al cumplimiento de las metas de la Agenda 2030».
«La unidad y el llamado a la paz en el mundo es nuestro justo reclamo, para que nada empañe la educación de nuestros educandos desde la primera infancia hasta el nivel universitario, que no existan obstáculos que limiten el desarrollo y el justo derecho de los pueblos a su libertad y soberanía», ratificó.
