“Sabíamos que este concierto de Pablo iba a traer esta situación, porque además será un concierto único. (…) Se sacó una cantidad de entradas para la venta al público y la otra cantidad se les dio a organismos”, dijo Nereyda López Labrada, directora del Teatro Nacional y exfuncionaria del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura.
No muy lejos del Teatro Nacional, en la Ciudad Deportiva, el 29 de mayo cientos de jóvenes corearon “¡Libertad! ¡Libertad!” en varios momentos de un concierto de Carlos Varela.
Según confirmaron a ADN Cuba algunos asistentes, y también internautas en redes sociales, el artista dijo en varias ocasiones la consigna “Viva Cuba libre”, y les dedicó unas palabras a los presos políticos de la isla. Por esta razón los cubanos comentan en redes sociales que limitar las entradas al recital de Milanés, sería una estrategia de los funcionarios del régimen para evitar una situación similar a lo ocurrido con Varela en el recién concluido Festival Havana World Music.
“Los comisarios todavía tienen frescos los gritos de Libertad en el concierto de Varela y temen que se le repita el escenario esta vez con Pablo Milanés”, opinó el periodista de investigación y académico José Raúl Gallego. “Más de 1700 entradas fueron reservadas para ‘organismos’, dígase Seguridad del Estado y personal adyacente”.
Según Gallego, “como saben el costo de impedirle cantar a Pablo Milanés, [las autoridades] eligen sabotearle el concierto poniéndolo a cantar frente a un público cautivo. Algo similar a lo que hicieron con la exhibición de la película Alicia en el Pueblo de las Maravillas y el juego de pelota de los Orioles en el Latinoamericano”.
El comunicador agregó que “está en las manos de Pablo no ceder a ese chantaje. En Cuba no existe ningún cambio real por parte del régimen ni político, ni económico, ni cultural, ni lo va a existir mientras ellos estén en el poder. A esta gente hay que sacarla, completo. Lo que toca es oposición total, desobediencia civil y rebeldía”.