la escalada de precios para los consumidores españoles llega a donde el precio del MWh ha pasado de los 165 euros de ayer a los 170,81 de hoy. Foto: el economista.es
La excepción ibérica del mercado energético vuelve a toparse con un disgusto en su segundo día de aplicación. El coste total del MWh que para los consumidores ha escalado de los 224 euros que se pagan hoy, a los 259,01 que se pagarán mañana de media.
El mecanismo ideado por Teresa Ribera se ha topado en su estreno con circunstancias excepcionales como la ola de calor que dispara la demanda de energía y una tormenta perfecta en los mercados internacionales del gas donde el precio del megavatio hora se ha disparado en lo que va de mañana un 16% en el mercado de referencia internacional holandés.
Gran consumo de gas para cubrir la demanda
En ese contexto, la escalada de precios para los consumidores españoles llega por un lado del resultado de la subasta en el mercado mayorista donde el precio del MWh ha pasado de los 165 euros de ayer a los 170,81 de hoy. Pero, con la entrada en funcionamiento del mecanismo del tope al gas, a ese precio hay que sumarle el coste de compensar a las centrales de ciclo combinado el precio real que pagan por el gas en los mercados.
Según la información publicada este mediodía por el Operador de los Mercados Ibéricos de Energía, la compensación a aplicar mañana será de una media de 88,20 euros. Lo que sumado a los 170,81 euros marcados en el mercado eléctrico resulta en 259,01 euros de media por MWh para aplicar en la factura de los consumidores particulares. Es decir, un incremento 15% respecto al precio de este miércoles.
El Gobierno trata de salvar la cara a la medida explicando que la escalada de precios de la luz está en el resto de países de la Unión Europea muy por encima de la marcada en España y que esta subida se debe a la fuerte ola de calor que azota el país, así como a la tensión en los mercados internacionales por las dudas ante los nuevos rumores de problemas de suministro por parte de Rusia.
Lo cierto, es que si bien la comparativa sale a favor de España si se habla de mercados mayoristas se torna en negativa cuando se añaden los costes que los clientes finales deben asumir para costear la diferencia entre el precio del gas real y el tope aplicado por España.
(Tomado de lavanguardia.com)
