Vinculado a la cirugía de mínimo acceso desde 1998, el doctor en Ciencias Médicas Javier Ernesto Barreras González ha introducido y desarrollado en Cuba numerosas técnicas endoscópicas y laparoscópicas en cirugía general, ginecología y coloproctología.
Profesor titular de Cirugía General, el doctor Barreras González es el autor principal del resultado Utilización de la microcirugía transanal endoscópica en el tratamiento del cáncer de recto en estadios avanzados, que mereció Premio Nacional de Innovación 2021, conferido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Para conocer detalles del notable aporte científico y sobre el comportamiento de esa dolencia en Cuba y el mundo, Granma conversó con el también Jefe del Servicio de Cirugía del Centro Nacional de Cirugía de Mínimo Acceso, ubicado en La Habana.
–¿Qué es la microcirugía transanal endoscópica y en qué consiste la innovación hecha por usted y su equipo de trabajo?
–Se trata de una técnica quirúrgica, en la cual se usa instrumental y equipamiento endoscópico especial para abordar las dolencias rectales tumorales y no tumorales por la vía transanal, llamada cirugía sin huellas, al realizarse por procedimientos mínimamente invasivos y a través de un orificio natural.
«En el primer grupo mencionado están, por ejemplo, los adenocarcinomas, tumores carcinoides y tumores del estroma gastrointestinal, mientras en el segundo aparecen los tumores benignos, las fístulas y estenosis del recto.
«Los dispositivos empleados en el mundo desarrollado para este tipo de cirugía (Gelpoint y Sils) son muy efectivos, desechables, pero más caros y de procedencia estadounidense, lo cual, por los motivos conocidos, impide a Cuba su adquisición. Solo en pocas ocasiones tuvimos acceso a ellos gracias a determinadas donaciones recibidas.
«Nuestra innovación consistió entonces en introducir modificaciones al proceder quirúrgico, incluido algunos aspectos relacionados con el equipamiento de que disponemos (datan de 2004). Así logramos aplicar de manera exitosa la microcirugía transanal endoscópica en el Centro Nacional de Mínimo Acceso, aun cuando no contamos con la tecnología idónea.
«Resulta oportuno aclarar que la incorporación de esa técnica quirúrgica no implicó ningún gasto adicional al país, pues utilizamos el mismo instrumental con que hacemos desde hace años la cirugía mínimamente invasiva. Son coautores de la innovación los doctores en Ciencias Médicas Rafael Torres Peña, Miguel Ángel Martínez Alfonso, el doctor Jorge Gerardo Pereira Fraga y la licenciada Solvey Quesada Lemus.
«Para el paciente representa un impacto muy favorable en su salud y calidad de vida, no solo por las ventajas propias de la cirugía mínimamente invasiva, tales como menor dolor postoperatorio, más pronta recuperación social y laboral, menor estadía hospitalaria y mejores resultados estéticos, sino porque permite también preservar la esfinteriana, sin necesidad de recurrir al uso de una colostomía.
«A lo anterior se suman los beneficios económicos que aporta. Por ejemplo, el costo promedio de un paciente operado por microcirugía transanal endoscópica en cuanto a estadía hospitalaria (es inferior a 24 horas) y el acto operatorio (oscila entre 45 y 60 minutos), es de 978,68 pesos, mientras que en los casos de la cirugía laparoscópica del recto asciende a 1 984,1 pesos (estancia hospitalaria de 72 horas y duración de la cirugía de 90 a 150 minutos). También resulta mucho menor el tiempo de invalidez temporal, lo que propicia su pronta incorporación a la vida laboral».
–¿Cómo se comporta el cáncer de recto en Cuba en cuanto a incidencia y mortalidad?
–Según aparece en el anuario estadístico del Ministerio de Salud Pública de 2020, el número de casos nuevos fue de 833 y la cifra de fallecidos por esa causa ascendió a 373. Para cinco años, la prevalencia es de 2 323 enfermos. En el mundo se registró un total de 732 210 nuevos casos, con 339 022 muertes, para igual año.
«Esta neoplasia, junto a la de colon, constituye un problema de salud a nivel mundial, al ocupar el tercer lugar en orden de frecuencia en el hombre y el segundo en la mujer, además de ser la tercera causa de muerte en ambos sexos. Asimismo, es la afección maligna más frecuente del sistema digestivo.
–¿Qué factores de riesgo están vinculados con la aparición del cáncer rectal?
–Los factores de riesgo de aparición del cáncer colorrectal se dividen en modificables y no modificables. Dentro de la primera relación figuran el sobrepeso y la obesidad, la inactividad física, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol. Las investigaciones recientes corroboran que los alimentos procesados (embutidos, salchichas) pueden aumentar el riesgo de padecerlo, así como tener bajo nivel de vitamina d en sangre, de ahí la recomendación de adoptar estilos de vida saludables, que incluyan en la dieta la ingestión frecuente de frutas, verduras y granos integrales.
«En cuanto a los no modificables están el envejecimiento, antecedente familiar de cáncer colorrectal o pólipos colorrectales, enfermedades inflamatorias del intestino, diferentes síndromes hereditarios y la diabetes tipo 2.
–¿De qué manera se trata esta dolencia en nuestro país y cuáles son los síntomas principales?
–En Cuba el cáncer del recto es atendido según el estadio en que se encuentre el carcinoma. De corresponderse con las etapas iniciales, la terapia recomendada consiste en la cirugía, en particular para aquellos localizados en el recto alto.
«Cuando son tumores localizados en el recto medio y bajo en las fases más avanzadas, se recomienda primero la radioquimioterapia como tratamiento neoadyuvante, y luego la cirugía. Esta puede ser por la vía convencional abierta, o la mínimamente invasiva, solo realizada en pocos hospitales del país.
«El cáncer colorrectal se forma en el revestimiento del intestino grueso y tiene igual prevalencia en hombres y mujeres. Al igual que sucede con otros carcinomas, el riesgo de padecerlo aumenta después de los 50 años, y en ello inciden los antecedentes familiares de cáncer colorrectal, enfermedad de Crohn, tener pólipos en el colon, colitis ulcerativa, una dieta alta en grasa y fumar.
«Los síntomas principales consisten en cambios en los hábitos intestinales (diarreas, estreñimiento o evacuaciones más frecuentes), sangre en las heces fecales, que tienden a ser más delgadas de lo normal, sensación de llenura, fatiga, náuseas, vómitos y pérdida de peso sin causa conocida.
«Entre las pruebas médicas dirigidas a su detección están la denominada sangre oculta en heces fecales y la colonoscopía», afirmó.