Una escabrosa pendiente han tenido que enfrentar los trabajadores de la empresa mixta Las Lomas para producir refrescos carbonatados durante los últimos años.
Ubicada al este de La Habana, en el municipio Santa Cruz del Norte, la entidad tampoco ha escapado a la falta de liquidez para pagar a los proveedores y a los altos costos para importar la lata, envase de su única línea de llenado.
Edelvy Valdivia Gonz, director adjunto de la empresa, explicó a Cubadebate que la fábrica cuenta con una línea de envasado de refresco carbonatado en el formato de latas de aluminio con un contenido de 355 ml.
“La producción no se ha podido cumplir como lo habíamos planificado por diversas razones. Entre ellas, resaltan las deudas en divisa a los proveedores de materia prima, fundamentalmente latas y concentrados”
Tal es así –dijo el directivo–, que de un plan de 4.5 millones de cajas planificados para 2021, solo se pudieron producir 184 000 cajas. “En este año la situación es muy similar”, añadió.
Para los productores de los populares refrescos Fiesta y Dely, en la baja disponibilidad actual inciden, además, la crisis financiera internacional agravada por los efectos de la pandemia de covid-19, la paralización del turismo y la suspensión de los viajes aéreos y marítimos.
“El recrudecimiento del bloqueo, la contracción de los mercados, la escasez de aluminio y el incremento de sus precios en el mercado internacional han imposibilitado tener las divisas necesarias para incrementar los niveles de producción que se habían planificado”, señaló Valdivia Gonz.
Ordenamiento, resoluciones ministeriales y fletes
El proceso de ordenamiento monetario emprendido en el país en 2021 también repercutió de manera negativa en la empresa. Según el director adjunto de Las Lomas, provocó “un marcado incremento de los costos, ya que la producción de refresco tiene un alto porciento de insumos importados y sus precios se multiplicaron por 24”.
Pero también otros factores influyen en el estado financiero de la entidad.
Valdivia Gonz comentó que la implementación de la Resolución 115 del Ministerio de Economía, la cual establece las bases generales para el perfeccionamiento del sistema de asignación de liquidez, fue muy positiva en un inicio.
“Aunque la empresa partió casi de cero, logró empezar a producir y vender un nivel no muy grande de productos en los mejores mercados y cobrar con respaldo de CL para comenzar a mantener un ciclo productivo. Pero luego, por falta de liquidez debido a la crisis y la pandemia, se interrumpió”.
En el caso de Las Lomas, cuya única línea de producción de refrescos es de enlatados, el panorama se complejiza por los altos costos de los fletes y la importación del envase.
“Para nadie es un secreto que el aluminio a nivel mundial ha alcanzado precios muy elevados por la escasez del metal. Por otro lado, las navieras, debido al bloqueo, se limitan para desembarcar por puertos cubanos, lo que nos obliga a contratar a varias para importar las materias primas. A esto se unen la limitación de adquisición de piezas de repuesto para los mantenimientos programados y las roturas que se han producido”.
Perspectivas en el corto o mediano plazo
Aunque, a ojo de buen cubero, no son muy esperanzadoras las perspectivas, la empresa mixta Las Lomas aplica varias alternativas con el objetivo de reactivar la línea de latas.
“Hemos buscado mercado a través de la venta en plataformas online, que nos está proporcionado la divisa para continuar comprando la materia prima que son importadas”, informó el director adjunto.
Al mismo tiempo, han emprendido otras producciones, como la de refrescos carbonatados a granel para la venta en pesos cubanos.
Ese producto se ha fabricado gracias a un encadenamiento productivo con el Instituto de investigación de la Industria Alimentaria, y ha tenido un alto nivel de aceptación en la población, por su buena calidad, precisó Valdivia Gonz.
También adelantó que en Las Lomas estudian otras producciones en formatos y envases diferentes, como son el formato bag in box, para la venta al turismo, y también las bolsitas de nailon.
Valdivia Gonz agregó que otro proyecto en estudio es la adquisición de una línea de llenado de refrescos dispensados.
“Todas son alternativas para la sustitución del envase de aluminio”, concluyó.
