La construcción de normas debe hacerse desde la ciencia y la dogmática jurídica, pero también con la participación del pueblo; y ello se ha logrado con el nuevo Código de las Familias, cuya consulta popular estuvo precedida por una especializada, y evidenció el justo equilibrio entre el aporte de la ciencia, la academia del derecho y la sociedad.
Así lo destacó el doctor Leonardo Pérez Gallardo, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia, de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (unjc), en la jornada inaugural del noveno congreso de esa organización.
En la cita, se destacó la participación intensa de los juristas en la preparación y redacción de normativas y proyectos leyes, así como en los debates populares.
Al respecto, el profesor y premio nacional de Derecho Carlos Manuel de Céspedes 2020, Juan Mendoza, comentó que la profunda y robusta reforma procesal y judicial que ha vivido el país es resultado de un trabajo paciente y riguroso.
Los resultados de investigación ya no se quedan engavetados, sino que enriquecen y aportan a esa transformación y renovación de las normas cubanas, afirmó.
No obstante, sostuvo, no se trata de un proceso acabado, pues una vez aprobadas las leyes, toca una tarea aún más importante: velar por la pureza de estas disposiciones, que no tengan retroceso, que se garantice su cumplimiento desde la práctica judicial y que sean reflejo, precisamente, de ese principio de ser un Estado de justicia y derecho social.
José Alexis Ginarte Gato, presidente de la UNJC, ratificó la disposición de los profesionales cubanos del Derecho para preservar y fortalecer la democracia socialista, la unidad del pueblo y la diversidad, así como luchar contra la discriminación y los prejuicios.