Apenas rebasaba los 20 años y ya había dejado el trabajo en el que hasta hace poco le iba muy bien. «Sacaron a los demás y yo tenía que hacer el trabajo como de diez personas», le comentó a un amigo de la misma edad.
El ejemplo es una de las situaciones reales que puede enfrentar un trabajador (particularmente en las formas de gestión no estatal) cuando desconoce sus derechos o no sabe hacerlos valer y obvia el paso más elemental: establecer un contrato de trabajo.
Uno de los aspectos que más se vulnera en la contratación de trabajadores del sector no estatal es la garantía de seguridad y salud en el trabajo. También es frecuente no dar vacaciones, jornadas de más de ocho horas, y exigir que se hagan muchas actividades, más allá de las que se acordaron en el momento de la contratación.
Ante infracciones de esta naturaleza, se pueden aplicar medidas como la suspensión temporal o definitiva de licencias y permisos otorgados al empleador por los organismos competentes.
Diana Cassola Jiménez, subdirectora general de la Oficina Nacional de Inspección del Trabajo (ONIT), del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), comentó a Granma que se ejecutan acciones para adecuar la metodología de inspección para los nuevos actores económicos.
«Se exige en las direcciones municipales de Trabajo que el trabajador tenga su contrato. Hay que lograr que se cumpla, pero eso depende mucho de la exigencia que tenga cada contratado. Saber si se cumple o no ese derecho solo es posible a través de la entrevista con la persona».