Cienfuegos.–Consolidar la entidad entre las más rentables y eficaces en el ámbito nacional, exhibiendo indicadores técnicos productivos de primer nivel mundial, se mantiene como propósito de los trabajadores y directivos de la Central Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, que al cierre de 2021 registró un 124,56 % de cumplimiento.
No difiere el resultado a lo largo del año en curso, pese a averías e interrupciones. Existe una cultura del trabajo, en la cual una salida de emergencia del sistema es aprovechada para ejecutar otras reparaciones, y que, cuando entre la unidad, lo haga en una mejor condición técnica, afirma Yeranis Zurita García, director de la industria.
En abril, la planta recibió por cuadragésimo segunda ocasión la bandera de Vanguardia Nacional, debido, entre otros indicadores, a un sobrecumplimiento de la generación bruta de energía eléctrica en más del 124 %, lo que representa aproximadamente el 17 % de la generación térmica del país, y más de un 10 % a nivel del Sistema Eléctrico Nacional.
El cumplimiento, también, de los parámetros de eficiencia de la planta –inaugurada el 28 de noviembre de 1978 con tecnología japonesa, en la Zona Industrial– permite ahorrar al país alrededor de 2 900 toneladas de combustible al año.
DEL BLOQUEO Y OTRAS CONTINGENCIAS
Mantener los indicadores de generación se torna aún más complejo, en tanto ello depende en gran medida de proveedores internacionales de la tecnología Hitachi, constantemente presionados por el bloqueo económico que EE. UU. impone a nuestro país.
Zurita García explicó que hay piezas y componentes que ellos suministran para los sistemas auxiliares, a los cuales hay que acceder a través de terceros o cuartos intermediarios, porque tienen más del 10 % de componentes de productos estadounidenses, y no están disponibles para Cuba.
La situación se ha agudizado con el recrudecimiento de la política hostil durante el mandato de Donald Trump. En los últimos tres años no se han recibido repuestos de importación; se ha operado sin recambios de piezas.
A esto se suman las consecuencias negativas para el equipamiento que resultan de quemar crudo como combustible. El valor calórico del crudo es inferior al del fuel, por lo que se precisa mayor volumen del primero.
Lo anterior, a su vez, acarrea mayor suciedad y, a la larga, más corrosión de las estructuras interiores de la caldera y de los conductos de gases, producida por superiores concentraciones de ácido sulfúrico.
Líder del movimiento sindical en la industria cienfueguera, Carlos Rafael Quintero Cabrera asevera que, pese «a cualquier dificultad, estamos prestos para resolver los problemas que podamos. El bloqueo existe, las limitaciones están; pero lo que no podemos limitarnos es en el pensamiento y en los deseos de querer resolver los problemas cuando la solución está en nuestras manos».
Corrobora sus palabras la constante actividad de los integrantes de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores y las Brigadas Técnicas Juveniles, como respuesta a las carencias y vacíos que provoca la unilateral medida coercitiva de Washington. Miembros de una y otra organización se enfocan en la búsqueda de alternativas a partir del banco de problemas identificado por la dirección de la empresa.
«A nosotros nos distingue el sacrificio y el sentido de pertenencia. Tenemos una hora de entrada, pero no de salida, porque si hay que enfrentar una avería y regresar más tarde a la casa, lo hacemos.
LABOR ININTERRUMPIDA
En la Carlos Manuel de Céspedes se trabaja en cuatro turnos de operaciones. Doce horas permanecen normalmente los trabajadores en sus puestos. «En los momentos más difíciles han tenido que doblar turnos y lo han hecho a conciencia de lo que significa la generación eléctrica para el pueblo y para la economía nacional», comparte Quintero Cabrera.
Precisamente, la estabilidad y el compromiso de la fuerza laboral posibilitan que, a pesar de los pesares, la planta cienfueguera opere con una disponibilidad técnica por encima del 85 %, la más alta del país, 30 % por encima de la media en la Isla.
Volvió a afectarse el servicio eléctrico por déficit en la generación
El déficit de capacidad de generación volvió a ser la causa principal de las afectaciones al servicio eléctrico en varias zonas del país a la caída de la tarde y durante la noche de ayer, confirmaron a Granma las autoridades de la Unión Eléctrica (UNE).
Sobre los bajos niveles de reserva ya la UNE había advertido en el reporte diario, a través de su página de Facebook, en la cual se aclaró que la disponibilidad estimada para el horario pico nocturno de este martes era de 2 575 megawatt (MW) contra una demanda máxima de 2 550 MW, por lo que existía el riesgo de interrupciones.
La nota publicada informó, además, que hasta ese momento se encontraban fuera de servicio por averías las unidades 6 y 7 de la central termoeléctrica (CTE) Máximo Gómez, en el Mariel; además de las unidades 4 y 5 de la CTE Diez de Octubre, en Nuevitas, Camagüey.
Sobre la salida de las unidades 3 y 4 de la CTE Antonio Maceo, de Santiago de Cuba, que habían sincronizado hace apenas unas jornadas, los especialistas explicaron al diario que la primera se fue del servicio, debido a vibraciones en la turbina, y la segunda por vibraciones en la bomba de circulación.
Detalló el texto en la red social que continúan en mantenimiento el bloque 5 de la Máximo Gómez, de Mariel; la CTE Otto Parellada, en la capital, y la unidad 2 de la Lidio Ramón Pérez, en Holguín.