La información de las autoridades pinareñas molestó a varios residentes en la ciudad e internautas que vieron en las afectaciones otro agravante de la situación energética que atraviesa el país.
El usuario de Facebook identificado como Pedro Luis Rodríguez comentó a una publicación del telecentro provincial que se hizo eco del anuncio gubernamental que ya esto “se pasa de la raya”.
“Estuve sin corriente desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la mañana de ahora. Esto es insoportable, siempre con el mismo cuento, ya no saben que van a decir. Todo es un cuento, que falta de respeto Dios mío”, escribió, mientras que Yudenia Gámez ironizó con la situación y preguntó si en Los Palacios, municipio en el que reside, también se había caído algo, ya que no tenía ni agua ni electricidad.
Cuba atraviesa desde hace meses un déficit energético derivado, según las autoridades, de roturas en unidades de las principales termoeléctricas.
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) reportó que hasta este sábado seis unidades térmicas se mantenían fuera de servicio y 16 estaban “fuera del ciclo de mantenimiento capital”, lo cual causa más roturas, salidas del sistema de las unidades e insuficiencia en la generación para satisfacer la demanda energética.
“Un conjunto de coincidencias hacen que no tengamos suficiente capacidad de generación para cubrir toda la demanda”, afirmó recientemente el director técnico de la UNE, Lázaro Guerra, a modo de explicación de las causas que han motivado el regreso de los apagones programados a Cuba.
Para muchos cubanos, amén de la situación de las termoeléctricas, los apagones son un síntoma claro de la incapacidad gubernamental y del modelo económico vigente para garantizar la estabilidad energética y satisfacer la demanda de electricidad y combustible.
La isla atraviesa su peor crisis desde la década de los 90 y los apagones han venido a sumarse a una escasez profunda de alimentos y bienes de primera necesidad, así como a una inflación galopante que tensa en extremo el día a día de los cubanos.