El Ministerio de Defensa de Rusia informó que un total de 959 nacionalistas ucranianos del batallón Azov cercados en la planta metalúrgica Azovstal, en la región de Mariúpol, depusieron las armas.
El portavoz de la entidad castrense, mayor general Ígor Konashénkov, detalló a la prensa que de ellos hay 80 heridos, 51 de los cuales fueron enviados a un hospital de la ciudad de Novoazovsk, en la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD).
Agregó que en las últimas 24 horas 694 soldados, incluidos 29 heridos, dejaron las armas ante las tropas rusas.
Este lunes, el Ministerio de Defensa ruso indicó que se logró un acuerdo con los representantes de los militares ucranianos bloqueados en la acería para evacuar a los heridos, por lo que se abrió un corredor humanitario.
Como parte de las medidas para facilitar el traslado, se estableció un régimen de alto el fuego en las inmediaciones del lugar que facilitara el traslado de estas personas a un centro médico en la localidad de Novoazovsk, en la RPD, para ofrecerles toda la asistencia necesaria.
Desde finales de marzo, las fuerzas rusas y de la RDP abrieron corredores humanitarios para la salida de civiles y de aquellos militares que depusieran las armas.
En ese sentido, la cartera de Defensa de Rusia anunció que la operación humanitaria para evacuar a los civiles de Azovstal concluyó el pasado 7 de mayo, gracias a «las medidas sin precedentes» adoptadas por Moscú con la participación de Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja.
El 21 de abril, el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a sus tropas la cancelación del asalto a Azovstal y el bloqueo de esa zona industrial, de la cual solo se permitiría salir a civiles, así como a militares que estuvieran de acuerdo con deponer las armas.
Rusia inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión y los intensos bombardeos por parte de Kiev.
Antes, Moscú reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.
En su discurso para informar sobre el comienzo del operativo, el mandatario ruso afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio de Kiev durante los últimos ocho años, además de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania.
(Con información de Prensa Latina)