La Habana, 14 may (ACN) Con las labores de rescate y salvamento en el hotel Saratoga concluidas, ahora los protagonistas serán los especialistas y fuerzas del sistema de la construcción, que entre todos, valorarán el estado del inmueble y acordarán los pasos a seguir desde ahí.
Tatiana Fernández de los Santos, directora de la empresa filial de proyectos Restaura, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHC), reiteró que la prioridad siempre fue encontrar a los posibles sobrevivientes o fallecidos bajo los escombros, sin embargo, desde los primeros días del siniestro un equipo multidisciplinar analiza el estado del Saratoga.
El edificio está ahí, pero no sabemos si el comportamiento es real o aparente, hay resultados que arrojan cierto corrimiento en algunas columnas aunque puede deberse al momento de la explosión, subrayó en conversación exclusiva con la ACN.
La Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (Enia) colocó sensores en la estructura para controlar la estabilidad del inmueble, que al decir de la arquitecta, ayudan a verificar el resultado de cada acción y comprobar que este no se debilite.
Sobre el vaciado de la piscina, tarea de gran complejidad, y a la que se ha hecho referencia en anteriores ocasiones, precisó, será en tres etapas, con un tiempo de espera entre cada una de tres horas.
Manifestó que un equipo multidisciplinario decidió que mientras continuaran las labores de búsqueda de desaparecidos la piscina tendría que permanecer llena, pues extraer el agua provocaría una descompensación en el peso.
Después del lamentable accidente, la Oficina del Historiador de la Ciudad aportó toda la documentación técnica del proyecto del hotel, que data de 1999, en aras de que las fuerzas especializadas conocieran al detalle las características del inmueble.
En relación con el sótano y subsótano del Saratoga, zonas que fueron de difícil acceso para los bomberos y voluntarios de la Cruz Roja, detalló que el proyecto inicial contempló los locales técnicos, la cocina, las cámaras frías, “áreas de un hotel que normalmente no se muestran al turismo”.
Fernández de los Santos destacó que el diseño y construcción de esos lugares fue resultado de un trabajo minucioso de conciliación con ingenieros civiles, mecánicos, y especialistas en extracción de gases y trabajo en unidades hidrosanitarias con el fin de asegurar la calidad de la obra.
Antes de comenzar las demoliciones y excavaciones para el sótano se hicieron investigaciones de todo tipo en el terreno y se visitaron las viviendas del edificio colindante, pues se sabía la complejidad de construir en el Centro Histórico, por ello no nos pusimos un cronograma para cumplir fechas, señaló.
Esa importante inversión, como todas las que ejecuta la Oficina del Historiador, contó con una profunda investigación histórica para conocer los detalles de la edificación, que después los proyectistas plasmaron en el renovado inmueble.
Postales y periódicos de la época sobre el Saratoga, donde antaño se presentó la orquesta femenina Anacaona, sobresalen entre los elementos que integran esa documentación.
Esa esquina de Prado y Dragones, para todo el que vive en la ciudad, y para todos los que la quieren, es una esquina que tiene un valor histórico tremendo, significó sobre la importancia del lugar.
Hace ocho días, el hotel Saratoga sufrió los efectos de una fuerte explosión cuando se preparaba para abrir sus puertas el pasado 10 de mayo, tras dos años de obligada parada por la pandemia de la COVID-19.