«Si hay interés de que Cuba participe en la próxima Serie del Caribe, estaremos presente. Es un torneo del cual somos fundadores y uno de sus principales animadores, además de que ese es el escenario competitivo natural».
Así nos respondió, el pasado 12 de abril, Juan Reinaldo Pérez Pardo, presidente de la Federación Cubana de Beisbol (FCB), al preguntarle si había alguna posibilidad de asistir a este torneo en 2023, en Venezuela.
La noticia, trascendida ayer, es que Cuba estará en esa lid. «Por primera vez tendremos ocho equipos participando en el torneo, con la incorporación de Cuba y Curazao como invitados especiales», dijo el licenciado Juan Francisco Puello Herrera, presidente de la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC), citado por ESPN. El directivo ha considerado la buena nueva como un «hito histórico».
Estar de regreso en esa lid, claro, es una grata noticia. Cuba ha hecho mucho por ese certamen, el pelotero cubano se siente bien en ese ámbito y es un espacio que la Mayor de las Antillas respeta. Sin embargo, lo que sigue siendo difícil de explicar, y mucho más de asimilar, porque no hay argumentos que lo sostengan, es que el beisbol cubano, en el Caribe, sea un invitado especial.
Lo correcto, justo, pero, además, lógico, sería que Cuba fuera un miembro pleno de la CBPC. El requerimiento de que no existía aquí una liga profesional ya era frágil, dada la calidad de la pelota cubana; pero con la presencia de Curazao, que no tiene liga, se vuelve polvo.
Es por eso que la FCB siempre ha insistido y exigido su condición de miembro pleno a la CBPC, incluso para acoger la celebración de una de esas series. El propio Puello, un gran aficionado a los Industriales, dijo a este diario, en 2018, que antes de terminar en su cargo quería esa Serie del Caribe en el Latinoamericano.
Sin embargo, este viernes reconoció que no está listo para decir si Cuba y/o Curazao se mantendrían en el evento para 2024, cuando está programado en Miami, Florida.
Es cierto que en la pelota no hay nada escrito hasta el out 27, y que es compleja de entender, pero esto no tiene que ver nada con bolas y strikes: ¿Es Miami una ciudad de un país caribeño? De las 63 ediciones celebradas, esa urbe estadounidense que sí tiene un gran beisbol, pero no es caribeña, ha sido sede en las de 1990 y 1991.
Al margen de esas jugadas, la novedad de hoy, anunciada por Puello Herrera, hace retornar a Cuba adonde mismo comenzó el regreso de 2014, por Venezuela.
Giuseppe Palmisano, presidente de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y presidente del comité organizador de la Serie del Caribe de 2023, informó que el clásico se celebrará del 2 al 10 de febrero, en dos estadios del área metropolitana de la capital venezolana.
Explicó que se jugará por un sistema de todos contra todos en cada sede, del 2 al 8 de febrero, el día 9 serán las semifinales, y el 10 la gran final.
En tanto, el Presidente de la FCB informó que se trabaja en la creación de una liga élite en la Isla, cuyo campeón podría ser su representante. De lo contrario, asistiría el monarca de la 61 Serie Nacional, y precisó que tal decisión se conocerá en los próximos días.
ANOTACIÓN POR ENTRADAS
Julio A. Mella |
C |
H |
E |
|
MAY |
402 000 002 |
8 |
12 |
0 |
LTU |
120 000 100 |
4 |
8 |
0 |
G: M. Vega (11-2). P: Y. Cruz (1-5). |
26 de Julio |
C |
H |
E |
|
IND |
035 011 000 |
10 |
12 |
1 |
ART |
131 040 000 |
9 |
15 |
2 |
G: E. González (3-2). P: I. Perera (0-2). Jr: A. Echevarría. |